Los españoles habrán dedicado en 2018 una media de 177 jornadas de trabajo para cumplir con sus obligaciones con Hacienda y la Seguridad Social, un día menos que en 2017, de acuerdo con los cálculos de Think Tank Civismo.
De esta forma el grupo de expertos establece que hoy es el «Día de la Liberación Fiscal», la jornada en la que los ciudadanos ya han generado suficientes ingresos como para pagar todos los gravámenes.
De los 177 días, las cotizaciones sociales suponen 102 jornadas de salario, a las que hay que añadir otras 35 por IRPF (una menos que en 2017), 25 por IVA, 11 por impuestos especiales y 5 más por otros tributos estatales, autonómicos y municipales como el IBI, patrimonio, sucesiones o matriculación.
Esto deja disponibles 187 días de sueldo libres para el contribuyente.
Civismo denomina «cuña fiscal» al impacto conjunto del IRPF y las cotizaciones sociales (costeadas por empleado y empleador), que reduce el salario neto de los trabajadores de manera significativa.
Así, de cada 100 euros que paga el empresario en coste laboral, el ocupado de entre 16 y 29 años cobra 64,11 euros, lo que equivale a una «cuña fiscal» del 35,89 %, los que tienen entre 30 y 44 años se quedan con 62,50 euros (37,50 %) y los que van de 45 a 64 años perciben 61,66 euros (38,34 %).
Según los cálculos de Civismo, el 80 % de los contribuyentes paga más impuestos de lo que recibe en forma de servicios y prestaciones públicas hasta la edad de jubilación, momento en el que cambian las tornas.
Los trabajadores abonan entre 3.515,33 y 7.775,23 euros anuales más de lo percibido en servicios públicos durante los 35 años de carrera de cotización, para luego beneficiarse en forma de pensión, sanidad y dependencia por un importe de 17.768,49 euros anuales durante dos décadas.