La carga fiscal, incluyendo cotizaciones sociales, medida por cuántas jornadas de trabajo se destinan a pagar impuestos depara que Hacienda se quedaría con 177 días de sueldo este año, hasta hoy para ser más exactos en lo que simboliza el Día de la Liberación Fiscal, de acuerdo a un estudio elaborado por el «think tank» Civismo. La cita llega un día antes que el año pasado, debido a las deducciones en el IRPF aprobadas en el último ejercicio, tanto por parte del Estado como de ciertas comunidades.
Por peso de cada gravamen, las cotizaciones sociales son las que tienen una importancia mayor, al suponer 102 jornadas de salario, es decir, más de la mitad de la carga fiscal total. A ellas hay que añadir otras 35 por IRPF –es aquí donde baja un día frente a 2017–, además de 25 por IVA, 11 por Impuestos Especiales como los gravámenes a los carburantes, alcohol o tabaco, y 5 más por otros tributos como el IBI, Patrimonio, Sucesiones y Matriculación. Ello deja disponible para el contribuyente 187 días de trabajo al año, señala el «think tank».
Civismo también trata de calcular la carga fiscal por tramos de edad, lo que arroja que los contribuyentes aportan más hasta la jubilación, cuando pasan a ser receptores netos del sistema público a través de la pensión, principal prestación. De esta forma de cada cien euros que paga una empresa en coste laboral, el ocupado de entre 16 y 29 años cobra 64,11, lo que equivale a una «cuña fiscal» del 35,89%. Para los trabajadores de entre 30 y 44 años, la retribución neta se queda en 62,50, a causa de una cuña del 37,5%. Los que tienen entre 45 y 64 años reciben solo 61,66 euros, lo que supone la «cuña fiscal» más elevada por tramos de edad: un 38,34%. Por último, entre los mayores de 65 años, la fiscalidad directa supone 12 euros de cada cien: al cobrar pensión no se pagan cotizaciones.
La máxima contribución al pago de impuestos se da en la madurez de la edad laboral del contribuyente (45-64 años), cuando los salarios son superiores y se alcanza a pagar 15.662,24 euros anuales, frente a los 10.449,75 del tramo más joven de 16 a 29 años, o los 4.620,31 de los mayores de 65 años. Civismo calcula que si se cruzan ambas variables, casi el 80% de los contribuyentes pagan más impuestos que lo que reciben hasta la edad de jubilación, momento en el que cambian las tornas. Así, los trabajadores abonan entre 3.515,33 y 7.775,23 euros anuales más de lo percibido en servicios públicos durante los 35 años de carrera de cotización, para luego beneficiarse en forma de pensión, sanidad y dependencia por un importe de 17.768,49 euros anuales durante dos décadas.
Por comunidades autónomas, y sin poder comparar con el resultado global de 177 días, la región donde se pagan menos impuestos es La Rioja, con 176 días, mientras que la que más es Cataluña, con 185 días. Entremedias están Canarias, Murcia, Castilla y León, Galicia y Aragón –con 178 días– además de País Vasco, Asturias, Extremadura, Madrid y Andalucía –con 179–. Castilla-La Mancha (182 días) y Cantabria (183) son las otras dos regiones con mayor presión fiscal.