Hoy es el llamado día de la liberación fiscal, la jornada a partir de la cual los contribuyentes españoles comienzan a percibir para sí el salario anual tras destinar, de media, 177 jornadas de su sueldo bruto a cubrir cotizaciones sociales e impuestos. Así lo estima un estudio del think tank Civismo, defensor del liberalismo económico, que subraya que esta fecha se adelanta un día este año.
Una anticipación que el autor del informe, Javier Santacruz, achaca a las deducciones en tramos autonómicos del IRPF de varias comunidades, que afectan a las rentas medias y bajas (gastos escolares, maternidad, dependencia…); a la bajada de los primeros tramos en La Rioja y Extremadura; así como a la reducción de los salarios en los tramos de mayor edad (45 a 64 años fundamentalmente), lo que rebaja el tipo medio efectivo respecto al de 2017.
El informe de Civismo detalla que al traducir en días el cómputo impositivo global de los distintos gravámenes que pesan sobre el contribuyente, de media, los españoles dedican 102 jornadas de salario a cubrir cotizaciones sociales; 35 a pagar el IRPF; unos 25 al pago del IVA; 11 más por Impuesto Especiales y otros cinco destinados a cubrir tributos estatales, autonómicos y municipales, como son el IBI, Patrimonio, Sucesiones o Matriculaciones.
Como consecuencia, al contribuyente medio le restan 187 días de sueldo para sí. Como contrapartida a estas obligaciones, los españoles se benefician de un gasto equivalente al 16,8% del PIB español en protección social (incluyendo pensiones, prestaciones por desempleo y otras ayudas); un 6,1% en el mantenimiento de las Administraciones públicas; un 6% en sanidad; un 4% en educación, un 3,9% en inversiones; un 1,9% en seguridad; un 1,1% en cultura y subvenciones; un 1% en defensa; un 0,8% en medio ambiente y un 0,5% en infraestructuras de vivienda.
El valor económico de las prestaciones recibidas por cada contribuyente varía en función de su edad: ocho de cada 10 contribuyentes pagan más impuestos que prestaciones reciben (3.515,33 a 7.775,23 euros más) hasta que alcanzan la edad de jubilación, cuando la proporción se invierte y reciben, de media, 17.768,49 euros más de los que pagan.