En concreto, los residentes en la Comunidad destinan 129 días de trabajo para rendir cuentas con el Estado, lo que supone seis días más que el año pasado como consecuencia de la reciente política económica del Gobierno.
De ahí que esta semana se celebre el ‘Tax Freedom Day’, como se conoce en los países anglosajones. Es el día a partir del cual ya se habrían generado tantos ingresos como para satisfacer las obligaciones impositivas, tomando como referencia una salario medio de 24.000 euros brutos anuales. En Aragón, se cumplió este pasado jueves 9 de mayo.
Una fecha que no deja mal parada a la Comunidad, en comparación con el resto de territorios. Solo País Vasco, Navarra, La Rioja y Canarias dedican menos esfuerzo económico en pagar los impuestos. En otras aún deben esperar unos días como Cataluña (14 de mayo) o Cantabria (15).
Según el informe presentado por Civismo, un trabajador español que gane el sueldo medio estaría destinando 54 días a pagar el IRPF, 32 al IVA, 23 a la parte de la Seguridad Social que sale del salario bruto del empleado, 14 a los impuestos especiales y 7 a otros.
“Las subidas de impuestos implementadas en el último año suponen seis días más de trabajo al asalariado medio: 367 euros por la última subida de IVA de septiembre de 2012 y 43 euros por la subida de impuestos municipales o autonómicas”, explican sus responsables.
La renta española, gravada al mismo nivel que Suecia
En cuanto a la comunidad aragonesa, Cristina Berechet, Jefe de Investigación de esta plataforma, destaca positivamente que se sigue sin aplicar el céntimo sanitario a la venta de combustibles, lo que permite a las gasolineras ofrecer tarifas más económicas que en el resto del país.
En 2012, según el estudio de “Taxing Wages” de la OCDE, la presión fiscal sobre la renta media en España era seis puntos superior a la de los países miembros, situándose en el duodécimo puesto. En el último año, España ha sido el país que más ha subido la presión fiscal sobre las rentas: un 1,42%, por delante de Polonia (1,19%) y Eslovaquia (0,8%).
Y destacan un dato “revelador”: la renta media española está gravada al mismo nivel que en Suecia o Finlandia con la única diferencia de que la renta de estos países casi duplica la española.