Canarias lideró la ocupación hotelera en Semana Santa. Con porcentajes que oscilan entre el 80% y el 90%, el Archipiélago se convirtió en la única comunidad autónoma española que cumplió las expectativas turísticas durante estas vacaciones. Sin embargo, estos buenos resultados no tuvieron su reflejo en el empleo. El paro, que bajó a nivel nacional, después de meses y meses de intensas subidas, no siguió la misma línea en las Islas, donde, a pesar de estos buenos resultados de ocupación, subió en 5.053 personas.
Por María Fresno
El Gobierno regional echa la culpa a los empresarios de la hostelería que no contratan, a los recortes del Ejecutivo central y al incremento de la población activa. Pero la búsqueda de las causas no debe alejarnos de la realidad, y la realidad es que Canarias tiene ya 288.000 parados y va caminito de los 300.000 a final de año. Todo ello, sin aplicarse los recortes del Gobierno, con lo que las perspectivas para las próximas fechas no se presentan nada optimistas con los aumentos de impuestos previstos. El pasado viernes se celebró en toda España el día de la liberación fiscal. Es decir, la fecha en la que un trabajador medio ya ha generado ingresos suficientes para cumplir con sus obligaciones tributarias de todo un año, para pagar sus impuestos directos e indirectos, así como las cotizaciones a la Seguridad Social. Esto significa que si medimos los impuestos en jornadas laborales, un asalariado medio necesita 124 días, unos cuatro meses, para cumplir con Hacienda. A partir de entonces es cuando empezamos a generar dinero para nosotros mismos. Es decir, desde el pasado viernes, los que tenemos la suerte de tener un empleo ya trabajamos para nosotros. La próxima subida de impuestos del Gobierno retrasará cinco días esta fecha el próximo año. Uno de cada cuatro canarios, ni siquiera tiene la suerte de poder trabajar para poder pagar sus impuestos. El 40%, según los últimos datos del Ministerio de Empleo, no cobra ningún tipo de prestación por desempleo. No recibe ningún ingreso. Más del 50% de los jóvenes no encuentran su primer empleo, estudie lo que estudie. Son dos cifras demoledoras que no deben alejarnos de la realidad: Canarias es incapaz de dar salida a un colectivo, los jóvenes, que serán el futuro de nuestra sociedad. Actualmente, solo podemos ofrecerles un billete rumbo al extranjero, donde, desde luego, tendrán más oportunidades. Eso sí, un billete solo de ida, porque aunque desde el Gobierno canario se les invite a volver, no creo que quieran regresar a una tierra que no les apoyó en tiempos de crisis.