Récord de ingresos fiscales. La recaudación tributaria crecerá un 7,9% este año, hasta alcanzar los 200.963 millones de euros, 14.714 millones más que en 2016. Esto es la mayor cifra de la historia, 300 millones por encima de la cifra obtenida en el pico de la burbuja inmobiliaria en 2007. Para lograrlo, el Ejecutivo se apoyará en unos muy buenos datos de IRPF, IVA y Sociedades. En concreto, el impuesto a los beneficios corporativos avanzará un 12,6%, mientras que el IRPF reunirá un 7,7% más; y el IVA, un 7,3% más que lo recaudado en 2016. Para ello, Hacienda confía en el crecimiento económico y en la disminución de beneficios fiscales pero, sobre todo, en la subida de precios que ya ha provocado que los ingresos crezcan a un ritmo del 6,7% en los dos primeros meses del año.
Con todo, es difícil imaginar que un crecimiento nominal del 4,1% baste para elevar tanto la recaudación. El año pasado y el anterior la economía creció a un ritmo similar, pero los ingresos fiscales apenas avanzaron un 4% y un 2,3%, respectivamente. Y en la última década, la recaudación sólo ha crecido en 0,59 euros por cada euro que aumentaba el PIB nominal, si se descuentan las subidas de impuestos, según los cálculos del think tank Civismo, en lugar de los casi 2 euros que se prevé que crezca en 2017. Además, ya el año pasado se prometieron subidas recaudatorias del 6,2% en los PGE, que finalmente se redujeron al 2,3% en la práctica, pese al incremento de los pagos fraccionados de Sociedades. Es más, en los últimos 4 años, la diferencia entre los ingresos presupuestados y lo finalmente recaudado arrojó un agujero de 25.150 millones.
Esta evidencia obligó al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a admitir en rueda de prensa que “el Gobierno prevé un mayor crecimiento real y nominal” que el del 2,5% anunciado para alcanzar sus pronósticos y, de esta forma, poder cumplir con el objetivo de déficit. Y Moncloa “prevé que esta cifra vaya mejorando a lo largo del año”. A esto añadió el efecto del deflactor del PIB (subidas de precios) que otros años era “modesto”. Además, Montoro ligó el aumento de ingresos a la recuperación del consumo y subrayó la mejora de la creación de empleo y, por consiguiente, del aumento de las cotizaciones, que crecen por encima del 5% en enero y febrero. Y, lo que es más, auguró que a medida que mejoren los salarios, la situación de la recaudación vía cotizaciones será “muy diferente” a la de ejercicios anteriores.
