España está por debajo de la media de ingresos por IRFP de la Unión Europea y también de la de los países miembros de la OCDE. Así, con una recaudación equivalente al 7,2 por ciento del PIB, queda varias décimas por debajo de la media de los estados miembro de la organización, un 7,9 por ciento.
De esta manera, España ocupa el puesto 19 en el ranking de los 34 países de la OCDE, inmediatamente por debajo de Francia, Irlanda y Países Bajos y por encima de Portugal, Letonia e Israel.
Y esto ocurre a pesar de que el esfuerzo fiscal de la población nacional no es precisamente bajo. Un informe elaborado por el Think Tank Civismo apunta a la elevada presión fiscal sobre la renta del trabajo que soportan los españoles en comparación con otros países desarrollados.
De hecho, la “cuña fiscal”, lo que en el estudio se entiende como el peso real de los impuestos en el trabajo, basado en la evolución de las bases imponibles del IRPF, es en España de media un 37,25 por ciento. Esto quiere decir que casi el 40 por ciento del salario bruto de los españoles de media –no se contabiliza a los mayores de 65 años, que al obtener altos beneficios fiscales tan solo soportan un gravamen del 12,03 por ciento sobre su renta– se destina al pago del IRPF y de las cotizaciones sociales.
En este sentido, la presión sobre los sueldos es heterogénea entre los diferentes grupos de edad de la población activa. Así, de cada 100 euros que el empresario paga al empleado de entre 19 y 29 años en concepto de coste laboral, este cobrará 64,11 euros, lo que representa una cuña fiscal del 35,89 por ciento.
Hay que recordar que el Gobierno de Pedro Sánchez prepara cambios respecto al futuro del IRPF. María Jesús Montero, ministra de Hacienda, prepara una subida de este tributo en las rentas a partir de 140.000 euros.
En cambio, Podemos pide esta medida también en otro tipo de contribuyentes. En el marco de las negociaciones para pactar Presupuestos Generales del Estado para 2019, la formación ha pedido que el incremento del IRPF se ejecute también en restas a partir de 60.000 euros.