Casi un 40% de su sueldo para Hacienda y. siéntase afortunado. Eso es lo que debería abonar a las arcas públicas un trabajador español medio, con un salario de 24.400 euros brutos al año. En total, serían 8.667 euros, lo que equivaldría a 130 días de salario, correspondiendo la mayor parte al impuesto de la renta, que se lleva el 16% de la suma citada (o su equivalente en días, 54). Casi otro 10% va al principal tributo sobre el consumo, el IVA (32 días), mientras que el 7% se deriva de su aportación a la Seguridad Social (23).
Restadas las cargas fiscales, a ese español medio le quedaría el 61,3% de su sueldo anual, según un informe del ‘think tank’ Civismo presentado ayer, víspera del llamado Día de la Liberación Fiscal (Tax Freedom Day). En España se cumple precisamente hoy, 10 de mayo, y se entiende como la fecha a partir de la cual los ciudadanos «habrían generado suficientes ingresos para pagar los impuestos a los que está obligado». Es precisamente a partir de entonces, según subrayan desde el foro, «cuando empezamos a generar dinero para nosotros mismos».
Las distintas subidas de impuestos implementadas a lo largo del último año han supuesto, de media, 410 euros más por empleado (367 euros por el último aumento de tipos del IVA y 43 por el alza de tributos municipales y/o autonómicos). Por ello, en 2013 ha habido que trabajar seis días más para Hacienda. Si nos remontamos a los tres últimos años, cada asalariado se ha visto obligado a abonar 750 euros más al fisco (560 de ellos solo por el IVA). Por comunidades, la mayor presión fiscal (por este orden) la sufren en Cantabria, Cataluña y Castilla-La Mancha, mientras que de la más baja se benefician en el País Vasco, Navarra y La Rioja.