Cuando se habla de “paraísos fiscales” se tiende a asumir que siempre se trata de las mismas jurisdicciones. Sin embargo, el paso del tiempo permite observar cómo algunos de estos países van a menos y surgen nuevos destinos que se asientan como nuevos centros financieros internacionales.
El think tank Civismo ha analizado el último lustro apoyándose en datos delFinancial Times. La conclusión es llamativa: se estancan los “paraísos fiscales” británicos y se disparan otras jurisdicciones que, hasta ahora, tenían un papel menos relevante en las dinámicas de la “competencia tributaria” a nivel global.
El mejor ejemplo de declive está en Gibraltar, donde el número de nuevas empresas registradas cae más de un 30% a lo largo del periodo que va entre 2011 y 2015. Esta pérdida de atractivo tiene que ver con las presiones de la Unión Europea, que han resultado en una subida de los impuestos empresariales que se aplican en este territorio disputado por Reino Unido y España.
También se mueven en tasas muy discretas las Islas del Canal: Guernsey, Jersey y la Isla de Man. Estos pequeños archipiélagos británicos se han estancado durante el último lustro y ya no se centran en captar más empresas sino en gestionar más activos de las que ya están allí presentes.
En el Caribe también se aprecia un cierto estancamiento en dos centros financieros internacionales de referencia: tanto las Islas Caimán como lasBahamas experimentan tasas de crecimiento moderadas que reflejan una pérdida relativa de las ventajas frente a otras demarcaciones similares.
Los nuevos destinos del capital
Por el contrario, surgen con fuerza nuevos destinos para el capital que huye de los impuestos altos. Samoa, Hong Kong y las Islas Seychelles son los grandes beneficiados de estas dinámicas… junto a Reino Unido y dos territorios de Estados Unidos: Delaware y Nevada.
En Delaware hay ya 1,14 millones de empresas registradas, lo que supone una subida del 23% desde 2010. Nevada se mueve en niveles de aumento superiores al 15% y ya tiene 325.000 firmas bajo su jurisdicción. Más importante aún es el aumento experimentado en el Reino Unido, donde se ha experimentado un repunte del 37% hasta llegar a 3,7 millones de compañías registradas.
En el caso de Samoa y de las Islas Seychelles, los ataques a la privacidad de los inversores que se han dado en las Islas Vírgenes han ayudado a que estos centros financieros internacionales de menor trayectoria mejoren su posición entre quienes buscan “paraísos fiscales” para refugiarse de los infiernos tributarios.
El caso de las Seychelles es llamativo: en apenas un lustro ha crecido más de un 50% el número de firmas registradas en su jurisdicción, hasta superar holgadamente la barrera de las 150.000 empresas. Sin duda, una importante subida que despertará el recelo de organizaciones como la OCDE, que dedica importantes recursos a frenar la “competencia tributaria” internacional.