Gestores y técnicos del fisco apuestan por aplicar la nueva rebaja fiscal desde enero
4 de julio de 2015
Por admin

El sindicato de técnicos de Hacienda Gestha y el Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos coinciden en que el adelanto de la rebaja fiscal prevista para 2016 a este mes de julio plantea serias dificultades técnicas. A la espera de que el próximo viernes el Gobierno concrete cómo articulará la reforma que este jueves anunció Mariano Rajoy, los expertos coinciden en que lo idóneo sería que el ahorro fiscal se aplique con carácter retroactivo desde el 1 de enero, aunque el impacto en la recaudación podría suponer un freno puesto que la caída de ingresos podría lastrar la reducción del déficit público.

El presidente de Gestha, Carlos Cruzado, recordó ayer que no existen precedentes de que en un mismo ejercicio se aplicasen tipos diferentes del gravamen. De hecho, únicamente en 1992 el Gobierno de Felipe González realizó un cambio en el impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en junio, si bien la modificación supuso una subida de tipos retroactiva desde enero. Y es que aplicar la rebaja solo desde julio complicaría la aplicación de deducciones y dificultaría la tributación en la campaña de 2015.

Pese a valorar el ahorro fiscal que supondrá para los contribuyentes, los gestores consideran que provocará «desconcierto administrativo» y un aumento de los costes. El colectivo augura que será necesaria una «importante labor pedagógica» entre sus clientes para explicar cómo les afectará la reducción de tipos.

El propio Ministerio de Hacienda admite la complejidad técnica de aplicar a mitad de año una nueva tarifa del impuesto, si bien incide en que el trabajo está en marcha para que la reforma se apruebe el próximo viernes y los contribuyentes se beneficien de la medida en la nómina del mes en curso.

En la lista de inconvenientes también figura la consolidación fiscal. En este punto, Gestha ve difícil que España logre reducir del 5,8 de 2014 al 4,2% el desajuste entre ingresos y gastos este año, pues aunque los datos de recaudación hasta mayo son positivos, con un avance superior al 7%, el recorte en 1.500 millones que supondrá la rebaja fiscal «puede poner en un compromiso el cumplimiento de la cifra de déficit».

El Gobierno, por contra, no maneja este escenario. De hecho, el ministro de Economía, Luis de Guindos, recalcó ayer que el incentivo impositivo es «perfectamente compatible» con la consolidación fiscal, dado que se sustenta en un crecimiento de la economía mayor al previsto, que este año alcanzará el 3,3%. Los ahorros derivados de la reducción de los intereses de la deuda o las prestaciones del paro también jugarían a favor.

Alcance limitado

A falta de que el Ejecutivo concrete el alcance de la reforma, la plataforma de economistas Civismo calcula que la rebaja del IRPF supondrá un ahorro de 71 euros anuales para un asalariado que gane unos 24.400 euros brutos y tenga un hijo. Sumando las dos rebajas del impuesto a los ajustes que las comunidades han realizado en el tramo autonómico, este ‘think tank’ eleva el beneficio fiscal a 244 euros al año. Con todo, Civismo sostiene que la reforma «no repara las subidas del IVA» decretadas en 2010 y 2012, que supusieron un desembolso extra medio de 572 euros.

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