El País Vasco y Navarra son las únicas comunidades autónomas en las que aumentó la presión fiscal el año pasado, considerada ésta como la fecha hasta la que trabaja un ciudadano medio para pagar sus impuestos a Hacienda. Así lo asegura un estudio realizado por el ‘think tank’ Civismo, que preside Julio Pomés, que sitúa el ‘Día de la Liberación Fiscal’ en Euskadi en el 29 de junio –la misma fecha que la media española–, tras haber sumado un día más que en 2014.
Señala el trabajo de Civismo –que se define como un ‘think tank’ (laboratorio de ideas) cuya misión es «generar libertad en el ámbito económico y en las personas e impulsar el liderazgo de la sociedad civil»–, que en el conjunto de España, al contrario que en Euskadi y Navarra, el día de la liberación fiscal llegó el año pasado dos días antes que en 2014, cuando fue el 1 de julio.
Impuestos
Para realizar su estudio, los autores tienen en cuenta los impuestos del trabajo –IRPF y aportación a la Seguridad Social de la nómina de los trabajadores– «el IVA, los impuestos especiales y otros gravámenes». De esta forma, indica, un ciudadano vasco con una renta media –ingresos brutos de 55.000 euros al año–, tiene una carga fiscal del 32,18%, que crece hasta el 37,65% si
alcanza los 65.000 euros. El esfuerzo tributario se dispara hasta el 46,03% con unas ganancias de 150.000 euros.
La comunidad autónoma que más pronto vivió el día de la ‘liberación fiscal’ fue La Rioja, donde los ciudadanos trabajaron para Hacienda hasta el 27 de junio, mientras que en el polo opuesto está Cataluña, cuya fecha fue el 4 de julio.
Entre otras cosas, el informe hace hincapié en que la que denomina ‘cuña fiscal’ –impacto del IRPF y las cotizaciones sociales en la nómina de los trabajadores– es superior en España a la media de los países desarrollados. En concreto, la media de esos dos conceptos supone un 39,56%, asegura, mientras que los países de la OCDE se quedan en el 35,9%.
Coste del empleo
La carga tributaria del empleo es inferior a España en países como Luxemburgo, Noruega, Dinamarca, Holanda, Japón, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Irlanda, Suiza, Corea o Israel. Lo que presupone que es superior en el resto de socios de la OCDE, como Francia, Alemania o Italia entre ellos. Reducir la carga fiscal del empleo, añade, «ayudaría a crear más empleo, ya que reduciría el coste de la contratación y aumentaría la renta neta de los trabajadores».
También hace referencia el informe elaborado por Civismo a la deuda pública y sus efectos futuros sobre la fiscalidad, que «maquillan» el peso actual de los impuestos en 8.220 euros por trabajador, que habría que sumar a los 456.571 euros que pagan a lo largo de toda su vida.
Esa cifra, asegura el estudio, equivale a una carga de cerca de 60.000 euros por cada ocupado, esfuerzo que «tarde o temprano» tendrán que asumir.