Medio año o 184, es decir, desde el 1 de enero al 3 de julio, es el periodo anual que los contribuyente español trabaja para poder pagar sus impuestos. Unos ingresos que, lógicamente, no puede utilizar para el consumo,para tener casa, alimentarse disfrutar de su tiempo de ocio o satisfacer sus necesidades.
Sólo a partir de esa fecha, que “el día de la liberación fiscal”, comole califica el gabinete navarro Civismo, un ciudadano empieza a ganar dinero para símismo.
El Día de la Liberación Fiscal, que el gabinete navarro calcula desde hace seis años, tiene en cuenta lo que se abona por el IRPF, las cotizaciones a la Seguridad Social, el Impuesto de Patrimonio, el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, el de Circulación, los impuestos especiales (alcohol, tabaco, electricidad, hidrocarburos, etc.), el IVA y otros.
El informe presentado en Madrid explica que “lo que la mayoría de los trabajadores desconocen es que la empresa cotiza a la Seguridad Social el equivalente a 84 días de trabajo, 7.296 euros por encima del salario bruto.Esto significa que el valor real del trabajador (o el coste laboral para la empresa) asciende en realidad a 31.696 euros”.