Un español que comience a trabajar a los 16 años, acaba pagando en impuestos 585.226 euros a lo largo de su vida. Es el cálculo que ha hecho el think tank Civismo, que toma como referencia un contribuyente medio con un hijo a su cargo que se jubile a los 65 años y viva, como mínimo, hasta los 83.
El Año de la Liberación Fiscal; es decir, el momento en el que se dejaría de pagar a Hacienda y se comenzaría a recibir la renta del trabajo de forma íntegra, se daría así a los 43 años, tras casi tres décadas pagando al Estado. Si consideramos la “cuña fiscal”, el IVA, los Impuestos Especiales y otros gravámenes, encontramos que el trabajador español medio dedica 180 días de su sueldo a pagar impuestos. Por tanto,el Día de la Liberación Fiscal llega el 29 de junio, dos días antes que en 2015.
En contra de lo que suele afirmarse, España tiene una carga tributaria sobre el empleo superior al promedio de los países desarrollados. Nuestra “cuña fiscal” media (el impacto del IRPF y las cotizaciones sociales sobre el empleo) es del 35,9% frente al 39,56% de la OCDE.
Civismo recuerda que hay 21 economías desarrolladas con menos impuestos sobre el trabajo que España, entre las que figuran Luxemburgo, Noruega, Dinamarca, Holanda, Japón, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia, Irlanda, Suiza, Corea o Israel. “Reducir la ‘cuña fiscal’ ayudaría a crear más empleo, ya que reduciría el coste de contratación y aumentaría la renta neta de los trabajadores”, asegura.
El think tank sostiene también que “el endeudamiento público retrasa el pago de impuestos al futuro, pero supone en cualquier caso un aumento del esfuerzo fiscal que tarde o temprano asumen los trabajadores”. La deuda, que ya alcanza el 100% del PIB, “maquilla” el peso actual de los impuestos por un monto de 8.220 euros. “Esta pesada losa supone una carga equivalente a casi 60.000 euros por cada ocupado”.
Civismo matiza que este cálculo asume que la carga fiscal se mantiene constante a lo largo del tiempo. “Evidentemente, es imposible saber cuáles van a ser los impuestos mañana, pero la tendencia hacia una fiscalidad más alta invita a pensar que el esfuerzo total del contribuyente no solamente no se reducirá sino que probablemente se incrementará”, sostiene el think tank.