Hoy, 3 de julio, es el día de la liberación fiscal. Según el estudio del think tank Civismo, una organización independiente y de carácter “liberal posibilista y moderado” según su presidente Julio Pomés, un trabajador medio con un sueldo de 24.400 euros al año dedicaría 184 días a pagar a la Administración. Es decir, hoy deja de trabajar para Hacienda. El pasado año, puesto que no hubo subidas de impuestos especialmente significativas, el día de la liberación fue el 3 de julio.Un informe previo de Civismo marcaba el 10 de mayo como fecha de la liberación. Sin embargo se retrasó 18 días ya que no se incluyeron las cotizaciones que paga la empresa a la Seguridad Social por cada asalariado.
Así, el empleadomedio dedica 102 días para contribuciones a la Seguridad Social. El IRPF se lleva 41 días de trabajo. El IVA, que grava el consumo, ocupa 25 días, y los impuestos especiales y otros, como los municipales, se llevan 16 días de trabajo. El mileurista medio necesita seis días más de trabajo que en 2010.
En cambio, este día es una media nacional y no es la misma para todas las comunidades autónomas, puesto que estas tienen competencias fiscales que provocan que las cargas tributarias varíen según la comunidad. El territorio que termina antes es el País Vasco (28 de junio), ya que sus tres diputaciones han deflactado las tarifas y han subido los mínimos personales y familiares. Por contra, cántabros y catalanes son los que más han de trabajar para el Estado, hasta el 7 de julio. De este modo, las diferencias entre dos trabajadores con el mismo nivel de renta pueden variar en hasta nueve días dependiendo de la comunidad en que trabajen. Cristina Berechet, jefa de investigación de Civismo, calcula que el coste del trabajador para la empresa al sumar estas cotizaciones es de 31.696 euros, lo que supone 7.296 adicionales al salario. Esto es una rémora para el impulso del mercado laboral, según defendió la organización durante la presentación del informe del día de la liberación fiscal que tuvo lugar en la Asociación de la Prensa de Madrid.
En la misma, Pedro Schwartz, economista y secretario de Civismo, afirmó que el gasto público debe reducirse y aseguró que este problema es más grave incluso que la corrupción en los ayuntamientos. Sobre la reforma fiscal dijo que “es voluntariamente confusa, imposible saber en qué nos afecta”, y concluyó que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al que definió como “socialista”, se dedica a aumentar la deuda y los impuestos sin reducir el gasto.