18 años pagando al Estado
6 de junio de 2016
Por admin

Un trabajador medio paga al Estado, a lo largo de su vida laboral y a precios actuales, 585.000 euros. Esto le exige, también de media, dedicar 18 años de sueldo íntegro a satisfacer todos los impuestos que tenemos.

Esta es la realidad del contribuyente español. Una realidad que exige un comentario desde el prisma económico, pero que va más allá de ello, pues exige también que nos detengamos a mirarnos desde el punto de vista político y hasta antropológico. ¿Qué sentido tiene dedicar la mitad de la vida laboral a alimentar al Estado? Si esa renta que le entregamos fuese directamente a nuestros conciudadanos, o a aquéllos que tienen menos recursos o se ven en alguna situación de imprevista necesidad, podría tener más sentido. Aunque, claro, para ello nunca se necesitaría la mitad de la vida laboral, sino mucho menos. Porque el Estado es mucho más que una agencia asistencial: Es el instrumento por el que se producen transferencias masivas de renta y riqueza de unos grupos a otros. Y no necesariamente de los más ricos a los más pobres, aunque sí de los grupos no organizados a los grupos organizados y con capacidad de influencia en la toma de decisiones políticas.

Estos datos, los 585.000 euros y los 18 años de sueldo íntegro, los ha puesto de manifiesto el think tank Civismo. Esta institución lleva años elaborando el informe que calcula cuántos días del año los dedicamos a pagar impuestos y a partir de qué día empezamos a trabajar para nosotros. Año a año ese cálculo es desalentador, y 2016 no ha sido una excepción.

Así, y con los datos actualizados, de media los españoles dedican 11 días de trabajo a pagar los tributos especiales, 25 al IVA, 37 al IRPF y 102 al pago de las cotizaciones a la Seguridad Social. Sumados a los 5 días del pago de otros tributos, resulta que de media dedicamos 180 días de trabajo al pago de los impuestos, por lo que quedan otros 186 en que trabajamos para nosotros mismos. La media, por tanto, está en trabajar hasta el 29 de junio para el Estado, pero en el caso de Cataluña esa fecha corre hasta el 4 de julio. Hasta los 44 años el día de la liberación fiscal es más temprano que la media, y a partir de los 45 esa fecha se retrasa; es decir, se pagan más impuestos. Los mayores de 55 años trabajan para el Estado hasta el 5 de julio.

Por otro lado, la deuda oculta la carga fiscal porque la pospone hacia el futuro, pero en la actualidad cada trabajador soporta de media 59.975 euros de deuda. Y, mirando al futuro, si nos fijamos en las retenciones durante la vida laboral más las que se practican como jubilado, una persona contribuye con más de 585.000 euros. Suponiendo que ha dedicado a trabajar 49 años, 18 del salario íntegro de su vida laboral los destina a pagar impuestos.

El informe también recoge la llamada “cuña fiscal”. Aunque hay varios conceptos bajo esta expresión, éste detalla que habla del tanto por ciento del IRPF más la cotización a la Seguridad Social sobre el coste laboral. Esa “cuña fiscal” es del 31,9 por ciento hasta los 24 años. Da un salto al 35,76 de los 25 a los 34 y luego otro hasta superar el 39 por ciento desde los 35 años hasta el final de la vida laboral.

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