Un estudio de la plataforma Civismo -constituida por economistas como Pedro Schwartz, Carlos Espinosa de los Monteros, Juergen Donges, Rafael Pampillón, Juan José Toribio o Joaquín Trigo- sitúa en el 10 de mayo el “Día de la Liberación Fiscal”, la jornada en la que los ciudadanos ya han generado suficientes ingresos en el año (una media de 8.667 euros) como para pagar todos los impuestos.
La fecha se retrasaría al 3 de julio si se tienen en cuenta las contribuciones de la empresa a la Seguridad Social.
Según este colectivo, las subidas impositivas del año 2012 suponen seis días más de trabajo al asalariado medio, lo que en retribución se traduce en 367 euros por la última subida del IVA y 43 euros por el alza de impuestos municipales y autonómicos.
Por comunidades autónomas, existe un rango de hasta doce días entre la de menor presión fiscal (País Vasco) y la de mayor (Cantabria), con una diferencia de 782 euros.
Tras el País Vasco, las autonomías con menor presión fiscal son Navarra, La Rioja, Canarias, Aragón y Galicia, mientras que las que siguen a Cantabria por tener unos impuestos más altos son Cataluña, Castilla-La Mancha, Madrid y Castilla y León. Respecto al nivel de renta, el estudio señala que el esfuerzo fiscal crece con el salario bruto, de modo que distan dos meses entre el día de la liberación fiscal de un mileurista (14.000 euros) y un trabajador acomodado (100.000 euros).
Para la jefa de investigación de Civismo, Cristina Berechet, el objetivo del estudio es generar debate en la sociedad, resaltar la importancia de la competencia fiscal entre comunidades autónomas y acabar con la creencia de los gobernantes de que “austeridad es subir impuestos”