Ayer El Confidencial publicaba la lista de los mejores gestores de Hedge Funds del mundo. Bill Ackman, al que yo he tenido el placer de conocer en persona, la encabezaba con un 32,8% de rentabilidad en 2014. El secreto de Bill Ackman y su equipo es sencillo y difícil a la vez. Encuentran empresas en las que su nivel de convencimiento sobre su potencial alcista o bajista es casi total. Algunos recordarán el nivel de agresividad con el que fue tratado por su corto (apuesta bajista) en una empresa multinivel. Les recomiendo que vean el vídeo en el que discute con otro gigante de la inversión, Carl Icahn, que tenía una enorme posición alcista contraria. Merece la pena cada minuto.
Tras uno de los análisis más rigurosos y detallados que yo he visto en mi vida, el equipo de Ackman es capaz de encontrar gemas y grandes desastres. Y cuando lo hace, apuesta a lo grande. Análisis fundamental. Lo que tantos jóvenes traders han olvidado para entregarse a la bola de cristal y al “pienso que” y “creo que” sobre lo que va a hacer o no un banco central.
Porque la industria de Hedge Funds, que supone unos 3,5 billones de dólares de activos, está claramente en declive.
Si quitamos algunos genios como Jim Simmons y casas con tradición histórica de rentabilidades consistentes, como Millennium, la rentabilidad media de los Hedge Funds es bastante pobre desde la crisis de 2008.
Esa rentabilidad decepcionante, salvo excepciones, ha venido por tres razones, en mi opinión:
- Caer en el mismo error de tantos y entregarse a apuestas “saturadas”, donde todo el mundo está invertido, sufriendo en las subidas de mercado por los cortos y en las bajadas por los largos. Muchos fondos se han entregado a lo que se llama empty calories (calorías vacías), que es cuando tienes demasiada beta -exposición al mercado- y volatilidad y poco alfa -rentabilidad por encima del mercado-.
- Una generación de traders que sólo conoce políticas expansivas y se ha dedicado al buy da junk (comprar basura, que sube mucho… cuando sube) y que no ha vivido periodos de normalización. Conozco gente que, ante malas noticias, lo fía todo al banco central.
Los gestores nos hemos acostumbrado a lo “fácil“ que era ganar dinero con el helicóptero monetario y ahora se paga la arrogancia de copiar a la masa
- Unos inversores hartos de rentabilidades bajas y comisiones altas. Si vas a hacer lo mismo que el mercado no le cobres al cliente una alta comisión de gestión. Los clientes no esperan que hagas apuestas de principiante (“Yellen va a hacer esto o lo otro”). Para eso ya está la pitonisa Lola.
Los gestores nos hemos acostumbrado a lo “fácil” que era ganar dinero con el helicóptero monetario y ahora se paga la arrogancia de copiar a la masa. Cobrar lo que la masa, es decir, nada.
Unos jóvenes traders de Hedge Funds que no leen, que no analizan, que no investigan, y unos veteranos que se quedan obsoletos por usar las mismas herramientas que en 1990.
Y por eso el año pasado cerraron más de 400 hedge funds y los que se crean son casi todos con cantidades muy pequeñas.
¿Es todo esto malo? No. La industria debe volver a ser lo que siempre fue. La selección de los mejores. Los grandes se harán más fuertes, los buenos crecerán y los mediocres… Irán adaptándose o desapareciendo.
Para mí esta industria siempre ha sido como las tiendas de discos cuando era un niño. La oportunidad de aprender, aprender y aprender de los mejores.
Hoy el riesgo financiero que introducen los bancos centrales con su política monetaria se nos vende como “bueno”. Es exactamente igual que el creado en los bancos. La nueva generación de reyes de los Hedge Funds es la que hoy está viendo lo mismo que mostraba Michael Lewis en La Gran Apuesta, activos sobrepreciados que nadie encuentra. Como las hipotecas basura. Los demás, los que caigamos en el error de pensar que todo es distinto esta vez, que los bancos centrales nos rescatarán del riesgo excesivo con más gas de la risa y que a largo plazo todo vale, nos daremos cuenta tarde.
No es una casualidad que las mujeres generen mejores rentabilidades que los hombres en Hedge Funds, a pesar de que las estrellas sean casi todos hombres. Porque tienen ese instinto de “no me lo creo” que muchos hombres pierden ante el casino trucado de la Reseva Federal. Y gestionan mejor la volatilidad.
No es una casualidad que uno de los grandes fondos, el de Ray Dalio, busque invertir en inteligencia artificial para mejorar su análisis. Fondos como los mencionados no paran de comentar que no hay manera de encontrar talento en la generación de la burbuja planificada. Hay mucha Beta y poco Alfa. Mucha alfalfa como dice un amigo. Hoy el talento es más común en los fondos fundamentales.
Enhorabuena a Ackman y su equipo -menudo equipo-. Es toda una lección para gestores institucionales o de cualquier tipo.
Cuando volvamos a analizar fundamentales, y a encontrar basura que parece oro y oro que parece latón, revivirá el sector.