El economista el IE Business School Fernando Fernández Advierte de que si no se realizan lo ajustes tendremos diez años de estancamiento económico.
Por Idoia Arraiza
O ajuste financiero o no saldremos del bache. Eso e lo que quiso decir el economista Fernando Fernández, director de la Cátedra Sistema Financiero Internacional del Instituto de Empresa Business School, en una conferencia celebrada en Pamplona. Invitado por el think tank Civismo, aseguró que, si lo hacemos bien, tendremos una tasa de crecimiento negativo pero se podrá empezar a crecer el año que viene. En caso contrario, afirmó, obtendremos diez años de estancamiento económico, creciendo entre el 0,2 y el 0,4%.
Este docente y economista con experiencia en el FMI explicó que éste es el riesgo de la economía española. Cuando uno tiene una crisis de endeudamiento el ajuste es inevitable y se niega a hacerlo, lo único que provoca esa alagar el periodo de convalecencia diez años, afirmó. Para evitarlo, revindicó el saneamiento: redimensionar la economía va a requerir políticas duras de ajuste pero también políticas de competitividad.
Durante su conferencia, titulada Los ajustes que España necesita: consolidación y reformas, defendió el ajuste fiscal y financiero, pero no porque sea impuesto por Europa, sino que es necesario para que España vuelva a crecer. Así, denunció que España tiene un estructura fiscal insostenible que plantea problemas económicos a nuestros socios europeos, porque genera un efecto pernicioso sobre la zona. Criticó que España s sigue jugando su permanencia en el euro, y esto convine entenderlo así. A su juicio esta crisis, producto de nuestros excesos, esta basada por no entender qué significa la unión monetaria, y explicó que no fuimos capaces de razonar que ésta obliga necesariamente una austeridad fiscal. En este sentido, recordó que el conjunto de la administraciones gastan sistemáticamente 50.000 millones más de lo ingresa, lo que solo se soluciona de dos maneras: o subir los ingresos o reducir el gasto , y ninguna es fácil. Y, en su opinión, ni siquiera eso bastaría. Hay que hacer reformas para que aumente la capacidad productiva del país, con el objetivo de crecer a tasas del 2,5 o 3%, afirmó.
Fernández denunció que el ratio de inversión ha caído drásticamente y que, por este motivo, es necesario ahorrar. De otra manera, no aumentará la tasa de inversión, salvo que lo financie alguien. La excepcionalidad sobre la que se ha vivido ha desaparecido. El ahorro del mundo se invertía en Estados Unidos y Europa por que eran las únicas zonas estables y prósperas que ofrecían oportunidades de rendimiento a largo plazo, pero la globalización ha hecho que las tasas de crecimiento hayan cambiado. El ahorro está ahora disponible para los países emergentes que ofrecen resultados. La restricción externa española es un restricción europea, pero no va a cambiar, no es una obsesión de Alemania, es que no hay dinero disponible para invertir en Europa, afirmó.
Incrementar la competitividad
Fernando Fernández habló también de la importancia de incrementar la capacidad productiva del país, para lo que estacó, además de mantenerse en el mercado único, la necesidad de aumentar el tamaño medio de la empresa. Al final, una empresa, para poder internacionalizarse, exportar, sobrevivir necesita una masa crítica. Hay que fomentar el espíritu empresarial pero también el tamaño empresarial, defendió este empresario, que aseguró que en España hay demasiadas microempresas.
En cuanto a las reformas, defendió que para reformar el Estado del Bienestar habría que reducir en nivel de prestaciones gratuitas introduciendo mecanismos de financiación privada como el copago en salud, en educación, en justicia o en trasporte público, además de introducir criterios de gestión privada para que estos servicios sean más eficientes. También habló de repensar el estado de las autonomías, dotándolo de racionalidad económica. Las autonomías han tenido un resultado eficiente y positivo, pero han producido un descontrol en el gasto público y un ineficiencia en la gestión. Hay que reformarlo por solvencia y por razones de eficiencia, afirmó.
Por otro lado, indicó que la reforma educativa no es cuestión de dinero, -puesto que sumando gasto público y privado se gasta muy mal el dinero- y criticó que conseguir un sistema educativo competitivo requerirá cambios estructurales y universitarios. Fernández se refirió también a la reforma bancaria y aseguró que, en este aspecto, se ha cometido un error de tiempo y de juicio. Aseguró que tras el proceso de reestructuración de las cajas de ahorro que darán muy pocas entidades financieras, unas 10 o 15 en el mejor de los caso, y todas ellas grandes y razonablemente solventes.
No obstante, explicó que este proceso va a ser largo y que retrasará la recuperación del crédito. Va a ser todo trabajadores cambios sustancias de las condiciones de trabajo para evitar acudir al expediente tradicional. Depende de nosotros que funcione, de que las empresas usen este instrumento, y en referencia a la convocatoria de una huelga general el pasado 28 de marzo afirmó que no se puede alterar la estructura del país sin cambiar derechos establecidos o privilegios adquiridos.