La decisión anunciada ayer por la primera ministra británica, Theresa May, de solicitar hoy al Parlamento de Reino Unido la convocatoria de elecciones anticipadas para el próximo 8 de junio ha resucitado la divisa del país británico.
Ante la posibilidad de que haya un viraje del Brexit duro anunciado por la premier a una línea más dialogante y abierta con la Unión Europea, la reacción de los mercados ha sido la de aupar a la libra esterlina a su mejor cambio frente al dólar desde el pasado diciembre (1,27 dólares por libra) y a fortalecer su posición con respecto al euro (1,19 euros por libra).
Eso sí, el Ftse 100 de la Bolsa de Londres registró ayer su peor sesión desde junio del año pasado, tan sólo unos días después del decisivo referéndum, dejándose al cierre un 2,46% y cayendo hasta los 7.147,50 puntos.
«La libra está reaccionando de manera positiva frente a las elecciones en el Reino Unido que se acaban de anunciar, lo que sugiere que los mercados no están preocupados por un punto de inflexión en las negociaciones por el Brexit», apunta en declaraciones para Europa Press Manuel Ortiz-Olave, jefe de analistas de Monex Europe en España.
«De hecho, unas nuevas elecciones podrían ser positivas para la libra, ya que se daría una transferencia de poder de negociación desde Downing Street al Parlamento británico, lo que podría ayudar a disipar las preocupaciones relacionadas sobre el futuro de las negociaciones», añade el Ortíz Olave, señalando que «dado que los mercados ya han descartado un Brexit duro, unas elecciones anticipadas podrían mejorar las expectativas de un Brexit blando y, consecuentemente, el panorama económico del Reino Unido».
La convocatoria de nuevas elecciones, que parece que no va a encontrar oposición por parte de los laboristas, a pesar de que en las encuestas están más de 20 puntos por detrás, llega como un intento por parte de la premier de reforzarse de cara a las decisivas negociaciones que tendrán lugar con la Unión Europea durante los próximos dos años.
«Nuestros oponentes creen que porque la mayoría del Gobierno es tan pequeña nuestra resolución se debilitará o que pueden obligarnos a cambiar el rumbo, pero se equivocan, subestiman nuestra determinación a hacer el trabajo», declaró ayer por la mañana May frente a su residencia en el número 10 de Downing Street. «Esto prolonga el actual estado económico de Reino Unido dominado por una inflación peligrosa, una política monetaria expansiva que no sigue la estela de la Fed, exportaciones que se resienten y un parón inversor extranjero», añade Javier Santacruz, economista del think tank Civismo.
Algo que no comparten desde Deutsche Bank, mucho más optimistas, que consideran que «esta aproximación gradual reduce materialmente el riesgo de choque en las negociaciones», lo que se traducirá en una reducción de riesgos a la baja para las perspectivas del crecimiento de Reino Unido.