Madrid lidera la creación de empresas con 7.394 en el primer trimestre, seguida de Cataluña (5.664).
Estos torpes sus indicadores económicos en pésima situación. Entre estos destaca el desempleo, que es el más elevado de la Unión Europea, un 12,8%. Esta incertidumbre lleva a que muchos españoles, intenten asegurarse la vida haciéndose funcionarios, unos empleos propiciados por el Ejecutivo. El gasto corriente ejecutado durante 2022 por las Administraciones Públicas ascendió a 582.000 millones de euros, lo que supone que desde 2019 ha aumentado en 92.000 millones. Este importe conlleva que el peso del sector público sobre el PIB haya pasado del 39% a un 44%.olvidan la sentencia de Winston Churchill: «Una nación que intente prosperar a base de impuestos es como un hombre con los pies en un cubo tratando de levantarse tirando del asa».
Obviamente, los paganos de este subidón presupuestario son las empresas y los autónomos, a quienes Hacienda estruja a impuestos. La conclusión es que el espíritu emprendedor se desincentiva seriamente, al no compensar el riesgo de invertir, porque, si te va bien el beneficio es pequeño y si fracasas nadie te va a ayudar. De otro lado, tampoco anima a lanzarse a una aventura la criminalización social que el Gobierno está haciendo de empresarios ejemplares, a los que se les vitupera que generen valor, sin percatarse que son líderes en dar empleo.
Las consecuencias del crecimiento público se perciben en la constitución de empresas. La estadística que publican los registros mercantiles revelan grandes diferencias en las Comunidades autónomas (CCAA). Si se analiza el primer trimestre de 2023, la C.A. de Madrid aparece como la que ha creado más empresas (7.394), seguida de Cataluña (5.664), Andalucía (5.594) y Comunidad Valenciana (4.026). Las regiones que ha constituido menos compañías son La Rioja (146), Cantabria (219) y Navarra (291).
Una de las causas del número de constituciones de empresas es el número de habitantes de las CCAA, pues lógicamente si tiene pocos dispondrá también de menos creaciones de empresas. Si calculamos el número de empresas creadas por cada 100.000 habitantes en el último año completo, el 2022, se aprecia que Madrid vuelve a ser la campeona indiscutible con 344,5 compañías constituidas, seguida de Baleares (326,7), probablemente por su crecimiento turístico, y Cataluña (245,2). Que Madrid tenga un 41% de empresas nuevas respecto a Cataluña habla muy negativamente del incentivo que ofrece una región, que antaño se caracterizó como la más industrial. La Comunidad Valenciana (236,6) aparece en cuarto lugar y Andalucía en el quinto (204,2). Extremadura (107,4), Castilla y León (108,6) y Navarra (113,1) son las últimas. Es llamativo el bajo impulso emprendedor que la Comunidad Foral, que por su Convenio económico se caracterizaba, hasta hace pocos años, por su atractivo para atraer inversiones.
Otra cuestión que merece ser tratada es la relación que tiene el número de empresas constituidas y el PIB per cápita de los habitantes de cada región, pues donde hay ciudadanos con más recursos también resulta lógico que haya mayor creación de compañías. Madrid, con 34.821 €, vuelve a ser la región líder, seguida de las tres CCAA en los que existen nacionalismos: País Vasco (32.925 €), Navarra (31.024 €) y Cataluña (29.942 €). Indudablemente las políticas identitarias son muy caras y detraen recursos de la Administración, lo que obliga a ésta a conseguirlos recaudando más de las empresas. La salida de la actual crisis no es un Estado hipertrofiado a costa de endeudar a generaciones, sino menos gasto público y dejar vivir a las empresas.
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