¿Sabía que la actividad exportadora de las regiones españolas se puede simbolizar con un animal? Una comunidad con un alto volumen de exportaciones se identificaría con una fiera grande (elefante o león),mientras que en el caso contrario lo haría con una de pequeño tamaño (liebre o tortuga). Existen comunidades lentas y torpes a la hora de adaptarse al cambio (elefante o tortuga), mientras que otras pueden ser dinámicas gracias a su agilidad (león o liebre).
La semana pasada ya se trataron en esta sección las exportaciones, pero en esta ocasión nos centraremos en dos variables: el crecimiento del número de las empresas exportadoras entre 2010 y 2013 (dinamismo) y el porcentaje de empresas que exportan más de 5.000 euros al año. No obstante, se descartan aquellas que exportan de forma ocasional para poder medir la fortaleza real.
Leones. Madrid, País Vasco y La Rioja son las regiones que en los tres últimos años han experimentado un crecimiento acumulado de sus exportaciones de entre un 39% y un 102%. Respecto al porcentaje de empresas que exportan más de 5.000 euros sobre el total de compañías, éste supera el 2,69%. Por tanto, se trata de comunidades que constituyen un ejemplo a imitar, ya que cuentan con un modelo de bajos impuestos, una burocracia no muy agresiva y ciertas plataformas que facilitan la exportación.
Elefantes. Grandes y lentas: así son las exportaciones de Cataluña, Comunidad Valenciana, Navarra, Murcia y Aragón. En general, su núcleo de empresas exportadoras está próximo al 3% y el 4%, pero su crecimiento solo se sitúa entre un 23% y 35%. Con una larga historia industrial, el empuje de estos elefantes se ha visto debilitado en los últimos años. Por tanto, harían bien en articular políticas que atrajeran capital, además de limar toda la regulación que frena la creación de empresas. Este estéril intervencionismo perjudica también a las restantes (es el caso de las estrictas leyes medioambientales catalanas).
Liebres. Con un crecimiento entre el 40% y 50% del número de compañías exportadoras, Baleares, Cantabria, Extremadura y Castilla-La Mancha apenas consiguen que el volumen de empresas que exportan más de 5.000 euros alcance el 1% ó 2% del total de empresas. A pesar de poder estar aplicando actualmente una normativa eficiente, todavía les queda mucho trabajo por hacer. La reciente rebaja de impuestos para las empresas que se instalan en Extremadura puede ser un primer¡ paso, pero tienen que ir más allá. Deben asegurar también que las condiciones serán mejores en términos de infraestructuras o de la formación de mano de obra.
Tortugas. Canarias, Asturias, Castilla y León, Andalucía y Galicia son comunidades que cumplen dos condiciones: tienen un crecimiento inferior al 36,3% y que, además, su porcentaje de empresas que exportan más de 5.000 euros está entre el 1,5% y 2,11%. Estas regiones deberían replantearse de arriba abajo su modelo industrial, ya que algunas de ellas han llegado a vetar ciertas actividades de posible riesgo sin proponer alternativas de desarrollo. Es el caso del petróleo en Canarias o laminería del oro en Galicia. Este grupo tiene que aplicar todas las lecciones anteriores: bajar impuestos, atraer capital, depurar la regulación y cercenar la burocracia, pues el único crecimiento posible se encuentra en el exterior.