España es un infierno para los autónomos y un nuevo informe del think tank Civismo lo vuelve a confirmar, por más que el Gobierno y alguna asociación de autónomos trate de desmentirlo.

En España, los autonónomos cotizan asi al mismo nivel que los trabajadores por cuenta ajena, pero sus prestaciones por paro son significativamente menores. Según el estudio, España es «el sexto país de la OCDE donde más cotizan estos profesionales», según recoge LD.

El informe, rubricado por Cristina Berechet, señala que «la cotización del autónomo a la Seguridad Social es un porcentaje fijo y no progresivo como en el caso del Impuesto sobre la Renta», por lo que pagan lo mismo independientemente de si han ingresado más o menos dinero.

La cotización de los autónomos en España alcanza el 29,8% solo es superada por Holanda, con un 36,5%. Si se incluye al conjunto de la OCDE, España se sitúa en sexta posición con las cotizaciones sociales más altas para los autónomos. Así, Eslovaquia tiene la cotización más alta, con un 47,15%, seguida de Hungría, con un 45,5%, y Eslovenia, con un 38,2%. Holanda, con un 36,5%, y Estonia, con un 33%, ocupan el cuarto y quinto lugar, respectivamente.

El estudio no solo analiza los porcentajes, sino también las excepciones. Así, los autónomos de Eslovenia y Estonia tienen que registrar unos ingresos mínimos, que en caso de no superarlos no pagan cotizaciones a la Seguridad Social. Esta figura, la del mínimo exento también se aplica en Bélgica, Suecia, Canadá, Austria, República Checa, Irlanda, Italia, Noruega, Polonia y Reino Unido. Casos en los que los autónomos comienzan a cotizar.

España, Eslovaquia, Hungría, Corea del Sur, Luxemburgo y Portugal son los únicos países de la OCDE en las que no hay mínimo exento y además hay que cotizar independientemente de los ingresos. En el modelo centrado se situarían Holanda, Finlandia, EE UU y Suiza. En estas potencias no hay mínimo exento, se tributa en función de los ingresos, y no tiene barreras de entrada para los pequeños autónomos con menores ingresos.

El caso más significativo para Civismo es Finlandia, donde los autónomos cotizan al 23,6%, por lo que tendrían que pagar 236 euros por cada 1.000 de ingresos. En España, se pagan 263 euros si se ha ingresado 0, 100, 1.000 o 5.000 euros. Alemania, por otro lado, la cuota a la Seguridad Social no es obligatoria, aunque sí lo es tener un seguro médico y un plan de pensiones.