Uno de los objetivos del presidente de Estados Unidos a la hora de poner en marcha sus sorprendentes –y a menudo poco coherentes– políticas arancelarias es obtener ingresos fiscales que contribuyan a financiar el gasto público. Tal objetivo tiene amplios antecedentes históricos. Pero, con el paso del tiempo y el desarrollo de los estados fiscales modernos, la protección de la producción nacional se ha convertido, sin duda, en el objetivo prioritario de los impuestos de aduanas. Es cierto que, en haciendas poco desarrolladas, el componente fiscal de los aranceles ha tenido –y tiene aun en algunos casos– cierta relevancia…
Navarra debe recuperar su atractivo industrial
¡Da mucha pena contemplar el deterioro económico que sufre Navarra! Todas las semanas aparecen en estas páginas algunas noticias del cierre, traslado o reducción de plantilla de alguna empresa. Resulta duro reconocerlo, pero actualmente la Comunidad foral carece de...



