Siempre que llega agosto y hablamos de empleo tendemos a escuchar mensajes negativos. Sin embargo, la cifra de 2015, 21.679 parados, es menos de la mitad de la media de los últimos ocho años, que era de 50.500 personas. De hecho, la media histórica de datos registrados en agosto ha sido de un aumento de paro de 42.000 personas.
Adicionalmente, en términos desestacionalizados, el desempleo se redujo en 5.286 personas, es decir, llevamos veintiséis meses reduciendo el paro y solo en dos ocasiones ha aumentado.
Recuerdo en el verano de 2014 cómo, en el mismo mes, comentábamos que se podía hacer mucho más. Pues bien, a pesar de los mensajes negativos escuchados, desde entonces se han creado casi 360.000 puestos de trabajo.
Les dejo un gráfico del BBVA que muestra de manera visual la mejora de la afiliación y caída del paro. Es un gráfico que molesta enormemente a los agoreros que predecían que la reforma laboral iba a destruir 800.000 puestos de trabajo netos, por eso me gusta.
Merece que destaquemos varios factores:
- La contratación indefinida a tiempo completo ha subido un 10,96% con respecto a agosto de 2014, y en lo que va de año crece un 16,4%. El 75% de los contratos de la fuerza laboral ocupada son indefinidos.
- Esta mejora del paro y la afiliación no viene del sector público. Ni un 6% del empleo creado es público.
- No es cierto que se cree empleo endeudándonos. La deuda pública ha aumentado pero la privada ha descendido, llevando a que la deuda total de España haya bajado entre 2011 y 2015 de 2,8 billones a 2,72.
- No viene de otra burbuja de crédito por el apoyo del BCE. Porque el crédito total concedido no aumenta, de hecho disminuye desde 2011.
- No viene de reavivar la burbuja inmobiliaria. El peso de la construcción en el PIB no llega al 9,7%, y era del 21% en el pico de la burbuja. De ese dato, el residencial supone el 4,1% del PIB y en la burbuja llegó al 12%.
- Es falso que las horas trabajadas estén a niveles inaceptables (Países Bajos, 1.380 horas anuales, Alemania 1.388, España 1.665, media OCDE 1.770), y además están aumentando desde el tercer trimestre de 2014, gracias al crecimiento del empleo.
La primera fase de la recuperación del empleo, en España, se diferencia de otras similares en EEUU o Reino Unido en que el porcentaje de contratos indefinidos ha empezado a aumentar mucho antes. No ha habido una sola recuperación económica en la OCDE que se haya llevado a cabo desde el empleo fijo y en los principales países del mundo aún no se ha recuperado el nivel de ingresos de la seguridad social de 2007.
La segunda fase, que nos permitirá aumentar el empleo mucho más, la explico en mi libro Acabemos con el paro (noviembre 2015, Deusto) y debe venir de mejorar mucho más las condiciones de contratación, incentivar el autoempleo y bajar cuotas sociales, que siguen siendo de las más altas de la OCDE.
Estamos saliendo de los efectos de una de las peores políticas de demanda jamás implementadas en le OCDE. La decisión consciente de suplir el pinchazo de la burbuja inmobiliaria con una burbuja mayor de obra civil financiada con deuda. No solo nos ha dejado con un agujero fiscal de 40.000 millones de euros anuales, sino que ha retrasado el cambio de patrón de crecimiento, que estamos llevando a cabo lentamente y –gracias a Dios- no dictado por un comité en un consejo de ministros.
España puede contrarrestar el impacto cíclico del turismo en sus datos de empleo potenciando el autoempleo y la contratación en las pymes
El ejemplo se encuentra en el sector exterior. En 2015, a pesar de la ralentización china, brasileña y caída del comercio global, terminaremos con toda seguridad con un superávit comercial cercano al 2% del PIB. No solo la balanza externa está mejorando sino que la balanza tecnológica –exportaciones menos importaciones de tecnología- lleva mejorando tres años. ¿Recuerdan que llegamos a tener un déficit comercial de casi el 10% del PIB y una balanza tecnológica negativa a pesar de dar enormes subvenciones? Eso pasaba en la funesta época de “gastar para crecer”, de las políticas de “incentivar la demanda interna”, de “tenemos margen”… Ahora se llevan las manos a la cabeza por la deuda.
España puede contrarrestar el impacto cíclico del turismo en sus datos de empleo potenciando de manera mucho más relevante el autoempleo y la contratación en las pymes que suponen la mayor parte de nuestro empleo y valor añadido.
Como no se va a reducir el paro es aumentando las rigideces del mercado laboral. Alemania, el único país de la Unión Europea que ha conseguido reducir el paro al 4,7%, por debajo de lo que se considera la tasa natural de desempleo, o Reino Unido, que ha creado más puestos de trabajo que toda la Unión Europea junta mientras recibía inmigración neta, son los ejemplos que debemos seguir.