Con enorme pesar, desde la Fundación Civismo lamentamos el fallecimiento de Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura y figura indiscutible del pensamiento liberal en el mundo hispano. En 2018, tuvimos el honor de otorgarle el Premio Sociedad Civil por su firme defensa de la libertad individual, el Estado de Derecho y la democracia liberal, principios que inspiraron tanto su obra literaria como su compromiso cívico.
A lo largo de su vida, Vargas Llosa supo conjugar el genio literario con el coraje intelectual. Su voz fue siempre clara frente a los populismos, las dictaduras y los intentos de manipulación del pensamiento. Su defensa del individuo frente al poder arbitrario queda reflejada en obras como Conversación en La Catedral, La guerra del fin del mundo o La llamada de la tribu, donde articuló su evolución ideológica hacia el liberalismo.
“Donde hay libertad, hay literatura”, solía recordar, consciente de que la creación artística florece solo cuando el pensamiento es libre y el poder no impone dogmas. Su vida fue un ejemplo de esa máxima: un escritor universal que no renunció jamás al compromiso con los valores que sostienen una sociedad abierta.
Desde Civismo, rendimos homenaje a un autor y ciudadano ejemplar cuyo legado intelectual seguirá iluminando el camino de quienes creen en la fuerza de la palabra y en la responsabilidad de la sociedad civil. Descanse en paz, maestro.