¿Post-Occidente?
Lo explica con un ejemplo: “En China 40 millones de niños estudian piano, por lo que la mayoría de los futuros pianistas serán chinos. Pero estudian a Bach”.Lamo de Espinosa fue invitado por el think tank Civismo para explicar qué poderes pueden plantear una alternativa con el declive de Occidente. Lo primero fue una puntualización: “La primera vez que escuché hablar de la caída del ‘Imperio Americano’ fue en los años 60. Desde entonces, conserva la hegemonía, aunque ya no ejerce el liderazgo absoluto y pivota hacia Asia”.
China, sin embargo, está jugando un papel muy fuerte en los últimos años y su importancia va a crecer a medio plazo. De hecho, una gran parte de la crisis viene causada por el gran ahorro chino, que “canalizaba un importante déficit de Estados Unidos, lo que incentivaba a gastar más”. De acuerdo con las proyecciones que maneja el presidente del Real Instituto Elcano, para el año 2050, los emergentes superarán al G7.
Lamo de Espinosa explicó también que para entender la actitud de China, por ejemplo lo relativo a las islas disputadas con Japón, hay que entender “el siglo de humillación” que ha sufrido. Por este motivo, no estará dispuesta a pagar el precio de las políticas medioambientales que Europa pretende seguir. Además, para asegurarse la independencia, el país está comprando recursos por todo el mundo.
Antes la historia de Europa era la historia del mundo, pero ya no es así. La historia de Europa se ha convertido en una historia regional más. La gran pregunta es que si en el futuro seremos capaces los europeos de escribir nuestra propia historia, o si vamos a dejar que la escriban otros. Esto dependerá de los europeos, dependerá de que sean capaces de crear unos “estados unidos de Europa”.
La principal tarea es que España recobre su autoestima. La imagen de España en el exterior no es para nada mala, lo que sí que ha caído dramáticamente es la «autoimagen». España está en una tesitura complicada, España desde el franquismo ha seguido una política de consenso. Y esto ha saltado por los aires en los últimos años, sobre todo debido a la degradación del proyecto europeo. Hay que repensar la política exterior, buscar mejores aliado y crear con ellos sólidos acuerdos multilaterales. La política exterior con los países árabes era un desastre, como lo era la europea, pero ha mejorado notablemente y ahora se apoya que se instauren regímenes democráticos en estos.
Emilio Lamo de Espinosa, presidente del Real Instituto Elcano afirmó que “en el nuevo mapa del mundo, China es el centro y Europa el extremo Occidente”, porque la productividad per cápita está convergiendo, lo que significa que “la potencia de un país depende sobre todo de la demografía”. De acuerdo con la tesis de este sociólogo, “Europa está perdiendo poder, pero en los últimos siglos ha extendido la civilización Occidental”.
Entre los puntos fuertes de Estados Unidos, destacó que tienen muchos activos, una fuerte iniciativa y una armada que supera a todas las del resto del mundo juntas. Además, en su opinión, es probable que el inglés se mantenga como lengua franca por varios motivos: es universal en negocios y ciencia, el inglés que hablan los extranjeros es simple y comprensible y no tiene sentido tener más de una lengua franca.
Esto se debe a que “en las economías abiertas, las ideas se difunden de forma más rápida y crean prosperidad. El experto en investigaciones globales destaca dos consecuencias: más progreso en China e India, que se convierten en proveedores del mundo, y un creciente desapego al capitalismo en Europa, que ya no siente que se beneficie de las políticas liberales.
El ponente repasó la situación de España en el contexto internacional: “No va a haber una política exterior comunitaria en mucho tiempo y debemos desarrollarla sí queremos jugar un papel en el mundo; a Estados Unidos ya no le importa Europa, porque no supone un problema ni una ayuda; con América Latina las relaciones son más difíciles, porque ahora Brasil es superior y España ya no puede ejercer dominio; el Magreb, del que nos habíamos distanciado, está cambiando demasiado rápido”. En referencia al Islam, advirtió de que no suponen un poder comparable a Moscú en la Guerra Fría, “pueden desarrollar acciones terroristas, pero no pueden ganar una guerra convencional”.
El inglés seguirá siendo el idioma del futuro. Es una lengua aceptada en todo el mundo y que no exige grandes esfuerzos para su aprendizaje. El chino no superará al inglés ya que de momento sólo se habla en China. Hay que ponerse en la piel de los países para tratar de entender sus culturas. Por ejemplo, no se entiende la forma de ser de los chinos si no sientes lo que fue el “siglo de la humillación”. El control medioambiental es complicado, hay países que no están dispuestos a asumir los costes y obligaciones que les impongamos desde Occidente.