El nuevo IVA nos cuesta seis días más de trabajo
3 de septiembre de 2012
Por admin

El primer día de septiembre entró en vigor el nuevo IVA. Una nueva vuelta de tuerca que supondrá menos consumo, menos ahorro, menos empleo, menos producción, aunque puede que mayores ingresos para el pesado, pesadísimo Estado español. Nosotros tendremos que trabajar seis días más al año para pagarlo.

Por José Carlos Rodríguez

Mariano Rajoy llegó al gobierno tras prometer que no subiría los impuestos. Después de denunciar, en septiembre de 2009 la mayor subida de impuestos de la democracia, sólo para superarla, él mismo, tres años más tarde. El suyo es un caso extraño. Porque no le ha dado una sola oportunidad al ajuste sin subidas de impuestos. Los elevó en su primer consejo de ministros. La última subida del IVA que se queda en un tipo súper reducido del 4 por ciento, que no cambia, uno reducido que pasa del 8 al 10 (hace poco más de un año era del 7 por ciento) y el general será del 21 donde era del 18 (y antes, del 16). Mariano Rajoy ha dicho recientemente que la subida del IRPF es temporal, que en cuanto tenga ocasión bajará los impuestos directos. Es posible. Quizás lo haga en 2015, ya que es año electoral. O quizás lo prometa para su segunda legislatura, que quedará para los ejercicios ucrónicos. Lo que no ha sugerido que vaya a bajar es el IVA. Es más, no es previsible en absoluto que lo haga. Y, lo que es peor, no es ya que Rajoy no vaya a bajar el IVA. Al fin y al cabo sólo va a estar una legislatura en el poder. Es que es difícil imaginar un gobierno que lo haga en las próximas décadas. No hay más que recordar que el primer tipo máximo del IVA fue del 12 por ciento, cercano al 10 por ciento que ahora es el tipo reducido. Los impuestos indirectos tienen ventajas económicas, como tienen también ventajas políticas. Por algún motivo, quizás por el hecho de que afectan por igual a cualquier comprador, no tiene el mismo coste político que tienen los impuestos directos. En definitiva consisten en que el Estado nos mete la mano directamente en nuestro bolsillo; en los impuestos indirectos tenemos un cierto control de la cantidad de ese impuesto que paguemos, según consumamos más o menos. Pero no cambiaremos substancialmente nuestros hábitos de consumo por el aumento del IVA. Renunciaremos a una compra aquí, a algún servicio allá, veremos que la cuenta cae más rápido que habitualmente, lo que nos obligará a reajustar las compras, pero no vamos a pasar por una oleada de frugalidad que reduzca el consumo y aumente el ahorro. Por el contrario es previsible que bajen ambos. El think tank Civismo ha hecho un cálculo de cuánto nos costará este aumento generalizado del IVA. Para un sueldo de 14.000 euros al año, la subida del IRPF de Rajoy será de 41 euros, pero la subida del IVA anterior, con Zapatero, le costará 119 euros y esta nueva subida del IVA otros 224 euros al año. La subida del IRPF de Rajoy le cuesta a un sueldo medio, de 24.400 euros al año, 137 euros, mientras que para un sueldo de 60.000 euros, 981. La subida del IVA de Zapatero le costará al sueldo medio 192 euros al año, 406 al sueldo de 60.000 euros. Lo interesante es ver, ahora, cuánto costará la última subida del IVA. Al sueldo de 14.000 euros, ya lo hemos visto, le supondrá nada menos que 224 euros anuales. Al de 60.000, 833. Pero al sueldo de 24.400 euros, muy representativo de lo que es un sueldo medio, supondrá 369 euros al año. Eso supone 6 días de trabajo más al año para pagar todas las administraciones. Su reforma, su verdadera reforma, quedará pendiente para otra crisis.

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