El Impuesto sobre las Transacciones Financieras (ITF) en Europa, que se implantará en once países de la UE el próximo año, podría destruir hasta 640.000 puestos de trabajo, 81.000 en España, según un nuevo estudio, realizado por el think tank New Direction de Bruselas, colaborador directo del think tank Civismo.
Este impuesto se está convirtiendo cada vez más en un asunto controvertido, con el gobierno de Reino Unido lanzando un desafío legal y el francés exigiendo cambios a gran escala a principios de este mes.
El estudio The Real Economic Impact of a European Financial Transaction Tax pone en tela de juicio el propio análisis de la UE. Considera que la Comisión hace oídos sordos a los efectos negativos de esta medida, centrándose únicamente en cómo gastarían el dinero recaudado (34.000 millones de euros) los países miembro.
“La Comisión Europea sabe que el Impuesto sobre las Transacciones Financieras causará graves daños económicos, sin embargo ha estado desviando la atención centrándose en las posibles salidas que se le podría dar a ese dinero”, dijo Tom Miers, director de New Direction.
Así opina también Julio Pomés, presidente del think tank Civismo, quien añadió: “Las empresas e inversores que más operan en los mercados se marcharán a los países europeos donde ese tributo no existe y al final las pérdidas reales superarán a los ingresos”. “Es hora de desechar este impuesto peligroso una vez por todas”, concluyó Miers.