Las prestaciones por ERTE tienen un coste de 3.450 millones de euros al mes si se toma como referencia el dato de que, actualmente, hasta 3,4 millones de trabajadores se han acogido a este mecanismo, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Así lo señala un informe de Fundación Civismo en el que, sin embargo, se apunta que existen 600.000 solicitudes más que todavía no ha dado tiempo a tramitar. En caso de que se contabilizaran, y teniendo en cuenta que la prestación media que cobra un desempleado en España asciende a 852 euros, las prestaciones para esos 4 millones de afectados por un ERTE se cifrarían en 4.600 millones de euros mensuales.
Por otro lado, como indican Francisco Coll y José Francisco López, autores del estudio, muchos de los parados actuales, y que lleven mucho tiempo trabajando, recibirán una prestación mayor, incrementándose así su coste promedio. Si a ello se suma que existe la posibilidad de percibirla sin la necesidad de haber llegado al mínimo de cotización, la cuantía podría elevarse entonces hasta más de 5.000 millones de euros mensuales. De este modo, el coste de los ERTE alcanzaría un valor relativo aproximado del 0,3% del PIB.
Un cargo que queda reflejado en el gasto en prestaciones por desempleo, el cual se ha incrementado un 207,15%, mientras que las solicitudes lo han hecho un 136,56%. Este coste se agrega al que suponía un paro estructural que ya era del 14% antes de la crisis del coronavirus. Precisamente, para paliar su intensificación, se implementó una medida como el ERTE, que permite la suspensión del contrato para evitar que se extinga.
Esto no ha impedido que se hayan destruido 950.000 empleos entre marzo y abril, en el contexto de un tejido productivo compuesto casi en su totalidad por pymes (99,88%), con una caja media muy limitada (de 57 días), y una liquidez empresarial muy escasa en contraste con la de nuestros homólogos del bloque comunitario (3% del total de la liquidez europea).
Por ello, y de computarse los 4 millones de trabajadores afectados por ERTE como parados, la tasa de desempleo se situaría en el 35%. No obstante, el Banco de España prevé que esta rondará finalmente el 22%, dado que la cantidad de personas que van a pasar del ERTE al paro no es íntegra.