En medio de esta crisis hay algunas voces que creen que la solución puede pasar por potenciar el liberalismo, acabar con el estado del bienestar y pagar menos impuestos. Barbara Kolm es una de ellas.
¿Cuándo saldremos de la crisis?
Lo que hemos hecho en los tres últimos años es ganar tiempo. Tenemos que tener claro que teníamos que hacer recortes, especialmente cuando Grecia empezó a tener problemas. Todas las personas que formaban parte del problema, incluidos los bancos, pusieron su dinero en sitio seguro y a buen recaudo y al final hemos sido los contribuyentes, los que pagamos impuestos, los que hemos tenido que pagar la crisis. Los políticos han comprado tiempo para que los bancos pudieran salvar su dinero y ahora la montaña de deuda que queda es para el país, o lo que es lo mismo, para los contribuyentes, que somos algo así como los prestamistas de último recurso, con lo que no hemos resuelto nada, sino que la situación incluso ha empeorado. Los bancos, además, tienen que volver a su rol original, que es prestar dinero y no dedicarse a apostar y especular…
¿Hemos vivido en una especie de casino?
Efectivamente. Y ése no es el capitalismo como nosotros lo entendemos porque estamos ante un abuso del derecho de propiedad y es precisamente el capitalismo el principal protector de este derecho. Y, lo que es más grave aún, los bancos juegan con el dinero de otros, con el permiso de los políticos, y los ciudadanos no son tan tontos y se han dado cuenta. Es lo que ha sucedido en Grecia, en Italia, en España y también en Francia, que se está convirtiendo en el problema potencial más grave para la Unión Europea.
Efectivamente, todas las señales apuntan a que la próxima crisis grave vendrá de la vecina Francia…
Sin duda porque en los otros países mencionados, como España, las personas tienen espíritu de emprender mientras que en Francia absolutamente todo el mundo confía en que todo venga del Estado, y ésto es malo. Es el momento de que los ciudadanos cuestionemos los gobiernos que tenemos.
¿Incluido el alemán?
Por supuesto, ya que incluso en ese país el gobierno es gigantesco y precisamente lo que hay que hacer es reducir el sector público. Hemos permitido un crecimiento desmedido del estado del bienestar en todos los países y ahora no nos lo podemos permitir.
¿Cree que estamos ante los estertores del estado del bienestar?
Absolutamente porque no tenemos de donde sacar el dinero. Quizás al principio fuera un problema demográfico pero ahora es un problema de deuda, y ambos factores unidos harán que el sistema de pensiones públicas simplemente explote a medio plazo.
¿Y cuál es el papel jugado por la Unión Europea en toda esta crisis?
La Unión Europea lo que ha hecho sin duda es prolongar la crisis económica y agravarla con todas sus regulaciones que lo que han hecho es frenar la competitividad. No puedes decirle a los empresarios que tienen que contratar a los jóvenes cuándo estos acaban su formación porque éso no supondrá ni un solo contrato nuevo. Lo que hay que hacer es dejar libertad a los empresarios y a los trabajadores para que regulen sus relaciones y lo que ocurre ahora es que los Estados intervienen mediante la fijación de salarios mínimos, horarios de trabajo, periodos de vacaciones, etc…
Volviendo al asunto de las reglas, la Unión Europea ha puesto en marcha una nueva normativa para aumentar el control sobre los bancos, a los que algunas voces culpan de ser en parte responsables de la crisis. ¿Qué opinión le merece este asunto?
Los políticos primero llenaron el mundo financiero de demasiadas reglas, ahora las están quitando, lo que genera mucha confusión porque, para empezar, no todas las regulaciones son buenas. Hay que mirar a países como Singapur, uno de los países más liberales y con mayor renta per cápita.
¿Cree que el liberalismo a ultranza es la solución?
Sin duda. Es la mejor solución frente al intervencionismo del Estado.
¿Y bajar impuestos?
Por supuesto. Esa es la condición previa a todo el modelo. Somos más competitivos cuando pagamos menos impuestos porque los ingresos serán mayores.