Este sábado 16 de julio se cumplirá en Navarra el ‘Día de la Liberación Fiscal ‘ del año 2022. Dicho de otra forma, el día en el que cada navarro deja de trabajar para pagar impuestos y comienza a cobrar en su propio y único beneficio. Un día que, según el cálculo que viene realizando el think tank Civismo desde el año 2018, llega en la misma fecha en la que lo hizo en 2021 y supone que el contribuyente medio vaya a dedicar 196 jornadas de rentas del trabajo y el capital para cumplir sus obligaciones tributarias. Un asunto éste en el que el lugar de residencia importa y mucho, ya que existen importantes diferencias impositivas entre las comunidades autónomas.Las Comunidades donde más se retrasa el Día de la Liberación Fiscal son: Cataluña (21 de julio), Cantabria (18 de julio), Castilla la Mancha y Valencia (17 de julio), Navarra y Baleares (16 de julio) y Asturias (15 de julio). Por el contrario, los más tempraneros en liberarse fiscalmente son: Ceuta-Melilla y Murcia (9 de julio), Madrid, La Rioja, Andalucía y Castilla y León (11 de julio) y Canarias (12 de julio). El resto de las regiones coinciden con el día de la liberación fiscal nacional del este año: el 13 de julio 2022.
Según el estudio, en el 2022 la presión fiscal directa sobre las familias españolas ha vuelto a crecer, tal como lo ha venido haciendo desde 2018. «El presente año es el que más aumentado la presión fiscal directa desde que el presidente Sánchez llegó a la Moncloa, al haberlo hecho también la renta familiar. Es incomprensible que, ante una inflación disparada, el Gobierno no haya deflactado las tarifas, lo que hubiera permitido que los contribuyentes mantuvieran su capacidad económica». Una deflactación de la tarifa que Navarra, con Hacienda propia, sí ha llevado a cabo.
El think tank razona que puesto que en estos últimos años ha aumentado la renta de las familias españolas, los recursos disponibles que han podido dedicarse al consumo son mayores. No en vano, los años de pandemia hicieron que el consumo en los hogares fuera mínimo y, por ello, la recaudación de impuestos fue menor. «Tras la vuelta a la normalidad, al ser el consumo mayor, ha aumentado la presión fiscal indirecta y su correspondiente subida de impuestos», concluye. En España, completa el centro de estudios, «la presión fiscal indirecta ha venido creciendo desde los 90. Aunque es cierto que entre 2007 y 2013 la recaudación se redujo ligeramente, existe una tendencia persistente al aumento de la presión indirecta. Así, los períodos en los que disminuyó la recaudación, con respecto a años anteriores, coinciden con etapas de recesión económica». Por esta razón, justifica, de 2007 a 2013 fue un período de crisis para España. «Los menores ingresos fiscales de 2020 pueden explicarse por la influencia que tuvo la pandemia del coronavirus en el consumo. Al caer éste, también descendió la recaudación impositiva. Sin embargo, en el pasado año 2021, al remontar España el crecimiento, continuó aumentando la presión fiscal sobre el consumo, tal como venía haciendo antes de la crisis».
SALARIOS
Otro indicador relacionado con el Día de la Liberación Fiscal es la Cuña Fiscal de los salarios. El estudio refleja la proporción de rendimientos que el trabajador destina a financiar al Estado. Así, cuanto mayor sea la cuña fiscal, también lo será la cantidad de recursos que el contribuyente abonará al sector público, lo que hará menor será su renta disponible. Para cualquiera de los años objeto de estudio, un contribuyente español destinará mayor percentil de su renta a financiar a su Estado, de lo que lo hace –en promedio– cualquier país de la OCDE. Mientras que la cuña fiscal en el promedio de la OCDE lleva 8 años en continúo descenso, no puede afirmarse lo mismo en el caso español, al mantenerse una tendencia alcista.