Los españoles se ‘liberan’ este viernes, 26 de junio, de pagar impuestos, después de que durante los primeros 178 jornadas del año (del 1 de enero al 26 de junio) hayan estado trabajando para cumplir con sus obligaciones tributarias, según el análisis del ‘think tank’ Civismo, que fija en este jueves el ‘Día de la Liberación Fiscal’, un día antes que el ejercicio pasado por ser año bisiesto.PUBLICIDAD
Además, Civismo calcula que la deuda podría repuntar en 112.580 millones por la crisis del Covid, lo que podría aumentar el coste fiscal en 17.326 millones, lo que supondrá pagar 365,52 euros más cada año y 913,8 euros más por hogar, con cinco días más de salario, retrocediendo a la situación fiscal de 2015.
El ‘think tank’ señala que el día de Liberación Fiscal de este año va en línea con la estabilidad de los dos ejercicios anteriores, si bien señala que puede romperse en 2021 si finalmente se cumple la amenaza de subidas fiscales.
Tomando el salario medio de 25.123,99 euros, lo que implica un coste laboral total de 32.636,06 euros, el pago de Seguridad Social supone 7.512,07 euros de cuota patronal y 1.595,37 de cuota del trabajador; el de IRPF equivale a 3.212,36 euros; el de IVA, a 1.960,05 euros; los Impuestos Especiales, a 896,78 euros; y los cedidos totalmente, los autonómicos y municipales, a 767,40 euros. Así, el coste total de los impuestos asciende a 15.944,03 euros.
Por jornadas, los españoles dispondrían de 188 días al año “libres” del pago de impuesto, mientras que las 178 jornadas restantes se desglosarían entre las cotizaciones (103 días), IRPF (34 días), IVA (25 días), Impuestos Especiales (11 días) y otros (5 días).
De este desglose, Civismo señala que se deduce el gran impacto que tienen el IRPF y las cotizaciones sociales, cuya suma denominamos cuña fiscal, y que reduce el salario neto de los trabajadores de manera significativa.
Así, de cada 100 euros que paga el empresario en coste laboral, el ocupado de entre 16 y 29 años cobra 64,03; el de entre 30 y 44 años, apenas 62,41 euros; el de entre 45 y 64, solo 61,58 euros, y los mayores de 65 años ingresan 87,69 de forma efectiva gracias a la ausencia de presión de las cotizaciones sociales.
Asimismo, el análisis señala que la subida de las rentas salariales, a causa del incremento del salario mínimo en 2019, ha provocado un repunte de la cuña fiscal notable entre la población más joven (16-29 años). Así, un aumento no especialmente abultado del salario (564,29 euros anuales) implica dejar de percibir más de la mitad de la reducción por rendimientos del trabajo y, por tanto, que la subida de IRPF termine resultando más elevada que la del propio salario (736,54 euros).
Según Civismo, en esto reside la problemática de medidas como los “complementos salariales” que establecen subtramos dentro de cada tramo general, situación que se les presenta a buena parte de los beneficiarios de los ERTE, quienes, por haber tenido dos pagadores, tendrán que realizar su declaración de IRPF en 2021, incluso aunque no lleguen al mínimo a partir del cual es obligatorio, lo que elevará su presión fiscal.
A nivel autonómico, los cambios más relevantes a efectos de fiscalidad real efectiva son la bajada significativa del IRPF en Andalucía, junto con Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones e Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, así como la fuerte subida de los impuestos en Cataluña a las rentas altas (con ampliación de mínimos personales en las rentas más bajas) y creación sin precedentes de nuevos tributos propios.
A ello se añade la subida de IRPF en Canarias a las rentas altas y la leve rebaja de IRPF en Navarra en el tramo de menor renta, vía ampliación de los límites para aplicar la deducción por trabajo, y deflactación de tarifas, pero combinada con una subida notable de Patrimonio y Sucesiones.
De su lado, las Haciendas Forales vascas también deflactan las tarifas, incrementando las cuantías de cada umbral de renta, al tiempo que se ha implementado una reducción paulatina de IRPF en Murcia, tanto en tipos como en deducciones, incluyendo nueva deducción por gastos escolares.
De todos ellos, los que tienen impacto sobre el número de días de salario destinados al pago de impuestos son las rebajas de Andalucía y Murcia (que, así, se ‘liberan’ fiscalmente dos días antes), y la subida de Cataluña, que se retrasa una jornada.
Cinco días más de trabajo para pagar la deuda derivada del coronavirus
Por otra parte, Civismo señala que los movimientos realizados por algunas CC.AA., unidos a la política del Gobierno encaminada a aprobar unos nuevos Presupuestos, “van en la dirección de una subida de impuestos en un futuro próximo, que vendrá marcado por la acumulación de deuda”. Esta, según estimaciones de la Comisión Europea, se situaría en el entorno del 115% sobre PIB y sufriría un repunte de 112.580 millones.
En ese caso, Civismo calcula que el coste fiscal puede verse ampliado en 17.326 millones, lo cual equivale, en términos per cápita, a pagar 365,52 euros más cada año, y 913,80 euros más por hogar. Esto supone cinco días más de salario, lo que significaría volver a la situación fiscal de antes de la reforma de 2015.