Las cotizaciones sociales de los empresarios tienen un peso importante en la recaudación de impuestos. Aunque en muchas ocasiones se tiende a creer que el principal tributo que pagan las empresas es el Impuesto sobre Sociedades, lo cierto es que una empresa pequeña dedica el 0,83% de su factura fiscal a pagar impuestos municipales y autonómicos, el 7,63% a pagar el impuesto sobre sociedades y el 91,54% a hacerse cargo de las cotizaciones sociales.
En una empresa grande ocurre algo parecido: destina un 5,05% a los tributos regionales y locales, el 16,01% a Sociedades y el 78,94% a las cotizaciones sociales, según datos del think tank Civismo.
El problema es que España se sitúa dentro de Europa como uno de los países donde los empresarios soportan más cargas fiscales a la hora de contratar a un trabajador, posicionándose en el sexto lugar del continente.
En concreto, las cotizaciones a la Seguridad Social que realizan las compañías españolas son 6,6 puntos porcentuales mayores que la media de la Unión Europea, y 13 puntos más elevadas que en países como Reino Unido o Irlanda, según un informe del Instituto de Estudios Económicos.
En una gran parte de los países de la UE, las cotizaciones sociales de los empresarios tienen un peso importante en la recaudación total de impuestos, aunque en España este porcentaje es más elevado que en la media.
El promedio de la Unión Europea se sitúa en un 17,8% de los ingresos fiscales en 2014, pero con considerables diferencias entre países, que van desde cifras superiores al 30%, como en Estonia, hasta el caso de Dinamarca, donde la Seguridad Social se financia mediante impuestos del Estado y de los municipios.
Estonia es el país con el mayor peso de las cotizaciones sociales de los empresariosen los ingresos fiscales con un 31,8%, figurando a continuación la República Checa y Lituania con cifras alrededor del 27%.
Francia se sitúa en un 25,2% y Eslovaquia en un 24,6%. A España le corresponde el sexto lugar con un 24,4%, según los datos recopilados por el Instituto de Estudios Económicos (IEE).
Por detrás de España, con cifras en torno al 20%, están Italia, Rumanía y Letonia. Finlandia, Hungría y Bélgica se sitúan por encima del 19%, mientras que Chipre llega justo al promedio europeo. Levemente por debajo de la media figura Alemania con un 17,2%. La cifra baja al 16% en Austria y supera el 14% en Portugal y en los Países Bajos. Irlanda llega al 10,3%, Malta al 7,9% y Suecia a tan solo un 6,4%.
Según los datos del Instituto de Estudios Económicos, las cotizaciones sociales de los empresarios españoles representan el 8,2% del Producto Interior Bruto (PIB),frente a una media del 6,9% en la UE.
Los empresarios de España, representados por CEOE, han insistido en los últimos meses que la rebaja generalizada de las cotizaciones sociales «sigue siendo prioritaria para estimular la contratación, permitiendo una reducción de los costes laborales que posibilite aumentos salariales y creación de empleo estable».