Una vuelta de tuerca a la reforma laboral, bajar impuestos y cumplir con los compromisos de déficit acordados con Bruselas. Los expertos consultados por EXPANSIÓN consideran que éstas son las tareas urgentes que debe afrontar el próximo Gobierno. A lo largo de la legislatura, el nuevo Ejecutivo deberá adoptar también medidas para sostener las pensiones, cambiar el sistema de financiación autonómica y reducir el tamaño del Estado.
Reducir el déficit de acuerdo con los mandamientos de Bruselas, profundizar en la reforma laboral, reformar el sistema de pensiones y aprobar una rebaja inmediata de impuestos son los deberes más urgentes que debe afrontar el próximo Gobierno. La mayoría de los expertos consultados por EXPANSIÓN advierte de que la prioridad del próximo Ejecutivo debe ser corregir el desequilibrio presupuestario (fijado por la UE en el 3,6% para 2016), sin caer en la tentación de negociar un aplazamiento. De cara a la legislatura, el Ejecutivo debe centrarse en la ganancia de la competitividad, la aprobación de una ley educativa pactada con los principales partidos y la mejora de la eficiencia administrativa. Algunos creen que, antes de tomar cualquier medida, “el hecho mismo de que se forme gobierno ya daría un chute de confianza a la economía”, en opinión de José Luis Feito, presidente del Instituto de Estudios Económicos. Pero una vez conformado el Ejecutivo, la tarea más apremiante será afrontar el desequilibrio de las cuentas públicas, que el año pasado cerraron con un déficit del 5,2% del PIB. “Es imprescindible elaborar unos Presupuestos para 2017 que cumplan con lo que manda Bruselas, sin aplazamientos de ningún tipo”, se- ñala Javier Díaz-Giménez, profesor de Economía del IESE. En concreto, mediante la reforma de la Administración pública, para hacerla “más eficiente y más simple”. Javier Santacruz, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), está de acuerdo: “Es urgente reducir el déficit en 2016 por debajo incluso de los objetivos acordados con la UE, y que se haga sobre todo por la vía de los gastos, no de los ingresos”. Juan José Toribio, profesor emérito de Economía del IESE, opina que el cumplimiento del déficit debe Laboral, impuestos y déficit, prioridades en la nueva legislatura TAREAS/ Los analistas piden al próximo Ejecutivo que cumpla con la UE y que prosiga con las reformas estructurales. hacerse “no tanto porque lo imponga o no lo imponga la Unión Europea, sino porque está generando un endeudamiento del sector público que puede acabar provocando una reacción negativa de los mercados”. Más adelante, propone Toribio, el próximo equipo de Gobierno deberá centrarse especialmente en tres flancos: “Una profundización en la reforma del mercado laboral para acercar a España a otros países europeos, introducir cambios en la Seguridad Social como el retraso de la edad de jubilación y un cambio integral del sistema fiscal inspirado en el que propuso Manuel Lagares”. Para Juan José Rubio, catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha, la reforma fiscal debe incluir “una reducción generalizada de los tipos marginales medios y máximos del IRPF y de los nominales y efectivos en el Impuesto de Sociedades”, así como una revisión de “los sistemas tradicionales de incentivos”. Por su parte, José F. Alonso, de la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf), también confía en una reforma del Impuesto sobre Sociedades, “y queda pendiente la eterna y urgente reforma del sistema tributario local y autonómico”. Felipe Serrano, catedrático de Economía de la UPV, resalta la importancia de aumentar los ingresos de la Seguridad Social, como por ejemplo financiar las pensiones de viudedad con impuestos en lugar de con cotizaciones. Pedro Schwartz, de la Universidad San Pablo CEU, propone sin embargo que haya “más facilidades para los planes de pensiones privados”, ya que la introducción de un impuesto o confiar que en el futuro haya más cotizantes “no arreglan el problema”. El economista Daniel Lacalle considera que España debería aprovechar que es un país estable y con seguridad jurídica, para “atraer toda esa inversión productiva que está huyendo de zonas conflictivas e inestables”, como ocurre en Asia o en Venezuela o Brasil. España debería aprobar una nueva Ley Beckham [con ventajas fiscales para atraer talento e inversión en I+D+i]. “Tenemos que ser la Irlanda de la I+D+i”, dice Lacalle.
PEDRO SCHWARTZ. “Si se hace una coalición, es posible que pongan limitaciones a una reforma laboral que hay que hacer. Si hay acuerdo con C‘s, la reforma de un solo contrato es buena idea. La siguiente reforma es revisar el sistema de pensiones, el impuesto especial o confiar en que haya más gente trabajando no arreglan el problema, debería haber más facilidades en los planes de pensiones privados. El sistema de educación necesita un bono escolar como el sueco”.
FRANCISCO CABRILLO. “España tiene dos grandes problemas: una estructura del sector público que no se ha tocado y una cifra de paro muy alta [4,8 millones de personas, el 21% de la población activa]. En el primer caso, habría que hacer una reforma de verdad del sector público. En España sobran muchos ayuntamientos y un número de funcionarios excesivo. Para combatir el paro hay que profundizar en la reforma laboral y facilitar las resoluciones de los tribunales”
DANIEL LACALLE. “El primer Gobierno debería bajar los impuestos y las cotizaciones sociales para reactivar el consumo y crear empleo. La segunda medida urgente es reformar el Fondo de Liquidacción Autonómica (FLA), para que muchas comunidades autónomas no aprovechen el crecimiento de los ingresos, que genera la actividad, para aumentar el gasto. Para la legislatura, es necesario hacer una Ley Beckham, para atraer todo ese capital productivo que busca un país seguro”.