La Seguridad Social recuperará este verano los 19 millones de cotizantes
18 de junio de 2018
Por admin

La Seguridad Social está a punto de recuperar los 19 millones de cotizantes que tenía en el año 2008, justo antes de que los sistemas económicos a este lado del Atlántico sufriesen el contagio de la caída del gigante Lehman Brothers en Estados Unidos. Una década después, la economía española acumula tres años de crecimiento por encima del 3 por ciento, tasa que se replica en la creación de empleo, y este mismo verano la afiliación volverá al nivel que registraba antes de la crisis.

El Gobierno de Mariano Rajoy se despidió con buenos datos de creación de empleo el pasado mes de mayo, antes de ser desbancado por los socialistas de Pedro Sánchez. El tirón del turismo y la hostelería propició el mayor incremento en este mes de la serie histórica: el sistema sumó 237.207 afiliados y alcanzó los 18.915.668 cotizantes, a las puertas de los ansiados 19 millones.

Un umbral que, con total seguridad, se cruzará en esta temporada estival. De hecho, podría ser tan pronto como en el presente mes de junio. A la espera de conocer los datos oficiales –los primeros que emitirá el nuevo Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social– todo apunta a que se podrían crear los algo menos de 85.000 empleos que faltan. Sobre todo si tenemos en cuenta que en el mismo mes del año pasado el sistema adhirió 87.692 afiliados, cifra que ascendió a 98.432 en junio de 2016, y que en España se ha creado empleo en el sexto mes del ejercicio en todos los años menos en 2008, 2009 y 2011.

Primer hito de la era Sánchez…

No parece difícil que se rebasen esas cifras. “Efectivamente, la oleada de contratación en las afiliaciones de mayo anticipa un incremento importante este verano”, augura el economista Javier Santacruz. En el peor escenario, habría que esperar a julio para atravesar la barrera psicológica de los 19 millones. Será el primer hito laboral de la era Sánchez, que arranca con una inercia en la actividad importante, previa a la ralentización que espera a la economía española, según dibujan las previsiones de los principales organismos nacionales e internacionales.

Sin embargo, la cifra, de por sí, no es garantía para el sistema de las pensiones, cuya sostenibilidad se ha marcado la nueva ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, como uno de los grandes objetivos de esta legislatura. Recordemos que los números rojos del sistema siguen creciendo a un ritmo difícil de sostener: el récord de ingresos por cotizaciones de 109.000 millones de euros en 2017 no fue suficiente para cubrir un gasto en prestaciones de 127.000 millones de euros.

… ¿y el empleo de calidad?

En este desfase de 18.000 millones juega un papel fundamental la evolución demográfica, y también los salarios: por un lado, la proporción de jubilados aumenta, cada vez han cotizado más y, por lo tanto, cobran pensiones más altas; y, por otro, las rentas salariales de los trabajadores en activo no terminan de recuperarse de la devaluación interna que puso el parche a la sangría de empleo que se produjo en nuestro país entre los años 2008 y 2013, durante la crisis económica.

Todavía hay casi un millón de parados más que hace una década y ese es otro de los grandes desafíos de Valerio, junto con la reducción de la temporalidad en los contratos, cuya escalada ha sido tan criticada por la oposición, incluido el PSOE, que culpa a la reforma que introdujo el PP para flexibilizar el mercado laboral en el año 2012. Pero lo cierto es que la temporalidad -entendida como la proporción de eventuales sobre el total de contratos firmados en un mes– lleva enquistada en el entorno del 90 por ciento más de dos décadas. Así lo reflejan los datos mensuales del antiguo Ministerio de Empleo, ahora de Trabajo. Si bien el Instituto Nacional de Estadística (INE) aporta una visión más optimista en la Encuesta de Población Activa (EPA) trimestral, donde observamos que tres de cada cuatro contratos que se firman en España al trimestre son fijos.

Pendiente de un cambio de modelo productivo que no llega, la economía española continúa basada esencialmente en los servicios, en detrimento de sectores como la industria. Más en temporada estival, cuando el incremento de la demanda del turismo de sol y playa lleva a los empresarios a reforzar sus plantillas por unas semanas.

Por ello, aunque se alcancen los 19 millones de trabajadores en estos meses, “la mayor parte de los contratos no irán más allá del verano”, lamenta Santacruz, quien, no obstante, repara en un detalle importante: “Aunque la mayor parte de los contratos son temporales, el incremento de la infraestructura turística y su desestacionalización propician un aumento de ocupados permanente en el tiempo”. La cuestión es si los salarios que se pagan en sectores de bajo valor añadido dan para cubrir sólo con cotizaciones el desembolso de la Seguridad Social en prestaciones. 

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