El Gobierno trató ayer de dejar claro que el adelanto de la rebaja del IRPF a julio –estaba prevista para 2016– no pondrá en peligro el objetivo de déficit. «Tenemos margen suficiente para adelantar seis meses esa rebaja», aseguró la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, tras el Consejo de Ministros. Una afirmación dirigida, por un lado, a evitar la preocupación de la Comisión Europea (que ya ha estimado un déficit del 4,5% frente al 4,2% pactado). Pero también para responder a quienes critican la medida por el coste que tendrá en la recaudación impositiva. De hecho, Sáenz de Santamaría recordó que es precisamente la buena marcha de la economía española –cuya previsión de crecimiento el Ejecutivo acaba de elevar al 3,3% para este año– la que permite aprobar esa rebaja antes de lo previsto. En ese sentido también recordó los mejores datos de empleo y de consumo, lo que se traslada a un repunte del 7% en la recaudación del Estado hasta mayo.
«Vamos a devolver a los ciudadanos el esfuerzo fiscal que les pedimos», aseguró Sáenz de Santamaría antes de vaticinar que «a finales de 2015 la mayor parte de las rentas pagarán menos impuestos que en 2011». La vicepresidenta también confirmó que ese adelanto se aprobará mediante un decreto ley el 10 de julio, el mismo día que, salvo nuevo imprevisto, se dará luz verde al techo de gasto. Sin embargo, el Gobierno todavía no ha decidido cómo se aplicará la rebaja. De hecho, el presidente del Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), Carlos Cruzado, advirtió ayer que su implantación a mitad del año es «muy compleja técnicamente». El problema radica en saber qué tarifa se aplicará en las retenciones de los trabajadores, ya que se calculan de forma anual y ahora habrá dos tarifas. La opción más viable es calcular una tarifa intermedia. Además, Cruzado señaló que con la rebaja «se corre el riesgo de recaudar menos».
71 euros por trabajador medio
La reducción del IRPF se traduce, según el think tank Civismo, en un ahorro para el trabajador medio de 71 euros. De este modo, la fecha de la liberación fiscal se adelanta un día, hasta el 30 de Junio.
Además, el conjunto de reformas del Impuesto sobre la Renta, tanto estatales como autonómicas, suponen para el trabajador medio un ahorro de 244 euros anuales, frente a lo que pagaba en 2010. Para el cálculo se ha tenido en cuenta un asalariado que gana 24.400 euros brutos y tiene un hijo. Por otra parte, las dos subidas del IVA de 2010 y 2012 supusieron un desembolso extra de 572 euros: 196 euros por la subida de Zapatero y 376 por la de Rajoy.
Cristina Berechet, jefe de investigación del think tank Civismo, indicó que «las reformas del IRPF emprendidas por el Gobierno no reparan las subidas del IVA, que han golpeado con fuerza a las clases medias y bajas. Así, en 2016 trabajaremos cinco días más para el Estado que en 2010». Además, Civismo estima que aun con esta última rebaja, los impuestos al trabajo siguen siendo excesivos y desincentivan el esfuerzo para trabajar más, porque una buena parte del dinero generado será para el fisco. La renta media española tributa al mismo nivel que en Finlandia o Suecia, aunque esa rentas son un 70% superiores a la española.