Las elevadas cotizaciones a la Seguridad Social dificultan la creación de empleo. Esa es la principal conclusión del estudio ‘Un marco fiscal para el empleo’ presentado ayer por el ‘think tank’ Civismo. Así, España ocupa el decimosexto lugar en la lista de países de la UE con las cotizaciones más elevadas, según este trabajo. En concreto, la aportación de la empresa sobre el salario alcanza el 31,1% y el trabajador contribuye con otro 6,25%. En total un gravamen de 37,38%.
Sin embargo, el estudio aclara que en la mayoría de los países de la UE incluyen en sus cotizaciones a la Seguridad Social una aportación importante para casos de enfermedad y la maternidad. Sin tener en cuenta este concepto, España ocuparía el segundo puesto sólo por detrás de Italia.