Los asalariados españoles pagan sus impuestos de formas muy diversas. Todos los meses dedican un porcentaje de sus sueldos a pagar el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y las cotizaciones a la Seguridad Social. Si además son propietarios de una vivienda tendrán que pagar una vez al año el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), y cada vez que adquieren un producto pagan el IVA o el Impuesto Especial correspondiente. ¿Cuánto dedican a lo largo de su vida laboral a saldar sus cuentas con el Fisco? Según un estudio del think tank Civismo, los contribuyentes españoles dedican más de 450.000 euros a cumplir con Hacienda.
Para hacer este cálculo, Civismo ha tomado como referencia un contribuyente que empieza a trabajar a los 16 años, se jubila a los 65 y que ha tenido un hijo a lo largo de ese periodo. Considerando las cotizaciones sociales, el IRPF, el IVA, los Impuestos Especiales y el IBI, Civismo estima que cada contribuyente paga una media de 456.570 euros hasta el día de su jubilación. El coste laboral acumulado para este periodo sería de 1.224.170,21 euros, así que destina un 37,3% del total a cumplir con sus obligaciones fiscales. Esto supone que un total de 18 años de su salario se dedican plenamente al pago de impuestos.
También seguirá pagando impuestos cuando ya esté jubilado, lo que eleva la cifra final a 585.226 euros
Una vez que se jubile, a los 65 años, empezará a cobrar la pensión. Si tiene una esperanza de vida de 83 años, en línea con la media, percibirá una pensión mensual próxima a los 1.000 euros en catorce pagas, lo que le generará unos ingresos totales de 243.961 euros brutos durante esos 18 años. Sin embargo, los impuestos que pagará ascenderán a 128.655 euros, lo que supone un esfuerzo fiscal del 52,74%.
Teniendo en cuenta ambos conceptos, las retenciones fiscales a lo largo de su vida sumarán 585.226 euros. En comparación con unas rentas brutas totales (coste laboral y cobro de pensión) de 1.468.131 euros, esto significa un esfuerzo tributario del 39,86%, que comprende una carga fiscal del 37,3% durante la vida laboral y una imposición del 52,74% en el periplo como jubilado.
Así, Civismo asegura que este contribuyente se ve obligado a dedicar 27 años de sueldo a pagar impuestos desde que entra al mercado de trabajo hasta que fallece. Si entra en el mercado laboral a los 16 años no alcanza su año de liberación fiscal hasta que cumplen los 43 años de edad, punto a partir del cual deja de entregar cada euro que gana a Hacienda y empieza a retener ese dinero para sí mismo. Este cálculo asume que la carga fiscal se mantiene constante a lo largo del tiempo, por lo que cualquier cambio fiscal influiría en los datos, lo que dependerá considerablemente de quién gobierne tras las elecciones del 26J.
Los impuestos que se pagan en España
Según el think tank, la cuña fiscal (que mide la carga fiscal sobre el trabajo) que soporta el contribuyente español se sitúa entre las más altas de los países desarrollados, tal y como demuestra el informe Taxing Wages de OCDE sobre los impuestos al trabajo. De acuerdo con dicho estudio, la cuña fiscal es un 9,3% más alta en España que en la media de las economías desarrolladas. En concreto, en España asciende al 39,56%, mientras que el promedio de la OCDE se queda en el 35,9%. Solo 12 de las 34 economías desarrolladas que están integradas en la OCDE tienen una cuña fiscal más alta que la de España.
En 2016 cada contribuyente dedicará el sueldo de 180 días a pagar al Fisco
Además de los impuestos sobre el trabajo, los contribuyentes españoles tienen que asumir también el pago de una batería de impuestos indirectos entre los que destaca el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), un tributo con tres tramos diferenciados: uno general (21%), uno reducido (10%) y uno hiperreducido (4%). Según algunos estudios, el 43,9% del gasto de los españoles está sujeto al tipo general, mientras que el 33,6% lleva la imposición al reducido y el 13,6% al hiperreducido. El 8,9% restante se va a gastos que no están sujetos al cobro de IVA.
Civismo calcula cada año el día de la liberación fiscal, que pone de manifiesto la cantidad total de impuestos que paga un contribuyente en España con respecto al número de días que necesita para generar renta para hacer frente a dichos pagos. Este año el día de la liberación fiscal llega el día 29 de junio, el día antes de que acabe la Declaración de la Renta 2015 y tres días después de las elecciones. Esto significa que el contribuyente medio dedica 180 jornadas de sueldo a pagar impuestos: 102 días a pagar las cotizaciones sociales, 37 a cumplir con el IRPF, 25 a abonar el IVA, 11 a contribuir por Impuestos Especiales y 5 a otros gravámenes.