Según Standard & Poor´s, el BCE ampliará de 1,1 a 2,4 billones su plan de compra de deuda.
Ya avisamos en su momento en “El Plan Draghi no salvará a Europa” que un problema de saturación de deuda y sobrecapacidad tras años de estímulos -entre 2001 y 2010 la UE aumentó más su masa monetaria que EEUU o China- no se solucionaba con más liquidez.
Europa ya empezaba a crecer y salir de la recesión antes de la decisión del BCE de recomprar 60.000 millones de euros de activos mensuales. En ese momento la liquidez excedentaria en la zona euro era de unos 150.000 millones de euros.
Tras el anuncio de ese plan de recompras, se generó la euforia en los activos de riesgo, que ha sido adecuadamente tratada con una dosis de realidad ante el fracaso de Abenomics en Japón y la ralentización china.
Hoy, la liquidez excedentaria en la zona euro es de más de 500.000 millones de euros.
La inversión productiva y la producción industrial de la eurozona han mejorado, es cierto, pero de manera completamente anecdótica. Hasta el punto de que la sobrecapacidad industrial se mantiene alrededor del 22%, una mejora cosmética del 2%.
El BCE no ha podido evitar que muchos países usen ese exceso de liquidez para relajar sus objetivos y que la deuda barata se haya convertido en una excusa
Adicionalmente, uno de los problemas con los que se ha encontrado el BCE es la negativa de muchos inversores de venderle sus bonos como parte del programa de recompra. ¿Por qué vender al BCE unos bonos de un Estado que pagan el 4,5%, por ejemplo? ¿Para comprar bonos de ese mismo país al 2%?
Cuando se lanzó el programa de recompras del BCE tuve la oportunidad de preguntar en la CNBC a varios líderes del banco central la siguiente cuestión: “Si el QE -expansión cuantitativa- busca mejorar la financiación de la economía real y que crezca la inversión productiva, la cifra anunciada deberá estar soportada por una estimación de los sectores a los que se va a destinar tal inversión. ¿Cuáles son?”. La respuesta nunca llegó.
El Banco Central Europeo, además, no ha podido evitar que muchos países usen ese exceso de liquidez para relajar sus objetivos presupuestarios y que la deuda barata se haya convertido en una excusa para aumentar el gasto.
En el 80% de los países de la Unión Europea se han congelado las reformas y se ha relajado la moderación presupuestaria.
Hasta que Europa no centre su política en mejorar la renta disponible de sus ciudadanos e incentivar a sus empresas, no recuperaremos un crecimiento estable
Por lo tanto, no es que haga falta más liquidez -ya hemos dicho, sobran más de 500.000 millones de euros-, o que no haya crédito, ya que los bancos están desesperados por prestar y apoyar proyectos solventes. Es que sigue habiendo un problema de falta de vectores de crecimiento.
Dudo que duplicar el programa de recompras aísle a Europa de la ralentización global. No es que lo dude, es que simplemente es imposible esconder problemas complejos y globales con liquidez en un sistema económico con una deuda total del 340% del PIB (Europa).
Y además, ya lo hemos visto en Japón y los otros 28 países, llevando a cabo medidas expansivas que no expanden. Una cosa es tomar medidas excepcionales ante una crisis y otra cosa duplicarlas cuando no funcionan. Draghi siempre comenta la importancia de las reformas. Le hacen poco caso. Su arma secreta es mantener la herramienta de la esterilización -vender lo que compra- y revertir las medidas si lo único que generan son mayores burbujas. Esperemos que Europa recuerde que entre 2004 y 2011 el BCE aumentó su balance en 1,5 billones de euros, Europa se lanzó a estímulos y hoy estamos viviendo la resaca de la borrachera y la factura del bar.
Hasta que Europa no centre su política en mejorar la renta disponible de sus ciudadanos e incentivar el crecimiento de sus empresas, no vamos a recuperar una senda de crecimiento estable. Solo generaremos el mismo efecto embudo de 2008.