Una buena formación profesional puede ser preferible a un Grado universitario
16 de febrero de 2023

El pasado 14 de febrero me sorprendió el editorial del Wall Street Jorunal (WSJ) “Las aptitudes ganan a los títulos en los empleos públicos” (Skills Beat Degrees for Government Jobs). El artículo describía como Georgia, Pensilvania y otros estados están cambiando su forma de contratar personal para la Administración. En España son muchos los jóvenes que estudian una carrera superior y que intentan convertirse en funcionarios más tarde, porque el Gobierno de Sánchez es el que ha creado más empleo público en menos tiempo.

Aunque no todos los trabajos requieren un título universitario, muchos jóvenes tiene la impresión que favorece lograr una plaza de funcionario de por vida. El informe Education at a Glance 2022 de la OCDE indica que en España el 48,7% entre 24 y 34 años tiene un título de Educación Superior. Lamentablemente, tras estar parados al acabar la universidad en muchas ocasiones se acaban percatando que están menos preparados para el trabajo que aspiran conseguir que los que tienen un título de FP. Cuántas veces esa obsesión por poseer un diploma de un Grado universitario les ha impedido acceder a una profesión, de menos exigencia académica, en la que se podrían sentir más realizados y con mejor salario.

Según el WSJ en Estados Unidos muchas empresas se están replanteando los requisitos de titulación para determinados puestos. Una tendencia a la que últimamente también se están sumando los gobiernos estatales, eliminando barreras inútiles que impiden el acceso a trabajadores cualificados.

El último paso hacia la contratación en EEUU  se ha dado en Georgia, donde el Senado de ese estado votó a favor de la eliminación de requisitos innecesarios para determinados puestos de trabajo en la Administración.

«Solíamos exigir un título universitario para casi todo», dijo el senador estatal John Albers, principal promotor. «Ahora lo vemos de otra manera». También es probable que la Cámara de Representantes y el gobernador de Georgia, Brian Kemp, respalden el proyecto de ley de ese estado, que fue aprobado por 49 votos a favor y 1 en contra, incluidos los votos afirmativos de 17 demócratas.

El apoyo bipartidista no es casualidad. Si el Sr. Kemp firma, se unirá a dos gobernadores republicanos y dos demócratas que han recortado los requisitos de titulación en sus estados desde el año pasado. El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, firmó el mes pasado una orden ejecutiva para centrar las ofertas de empleo estatales en la experiencia y las aptitudes, en lugar de la educación. Fue una de las primeras medidas políticas del recién investido demócrata.

«Tanto si has ido a la universidad como si has adquirido experiencia a través del trabajo, la formación en el puesto de trabajo o el aprendizaje, valoramos lo que aportas», declaró. Los demócratas tienden a describir la reducción de las restricciones laborales como una forma de extender las oportunidades. Es el caso del gobernador de Colorado, Jared Polis, que reformó las prácticas de contratación pública el pasado abril.

Los republicanos ponen más énfasis en la eficiencia. Por ejemplo, el ex gobernador de Maryland Larry Hogan, que inició la tendencia cuando reformó la contratación estatal el pasado mes de marzo. Como antiguo ejecutivo inmobiliario, su objetivo era «encontrar nuevas formas de crear una cantera estable de trabajadores cualificados, bien formados y con talento», y eliminó restricciones para ampliar el número de solicitantes. El Gobernador de Utah, Spencer Cox, hizo lo mismo cuando eliminó los requisitos de titulación para muchos puestos de trabajo en los sectores de la informática y la sanidad.

Las reformas en materia de contratación son un raro ejemplo de cómo la Administración adopta las mejores prácticas de las empresas privadas, muchas de las cuales han reducido los requisitos de titulación universitaria en medio de un mercado laboral restringido. Cuando el Spencer Cox anunció sus reformas, se le unió en la rueda de prensa el jefe de personal de Delta Air Lines, que recientemente eliminó su requisito de licenciatura para los pilotos. Un estudio de millones de anuncios de empleo realizado por el Burning Glass Institute encontró que los requisitos de Grado universitario se aflojaron para el 46% de los empleos de cualificación media y el 31% de los empleos de alta cualificación de 2017 a 2019.

Creo en esta ocasión las prácticas de Georgia, Maryland y Pensilvania debieran inspirarnos. Considero que en España debiéramos hacer más caso a las competencias profesionales que un trabajo exige y menos a una titulación que no aporta una formación especializada para la labor a desempeñar.

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