Un modelo para exportar más
31 de octubre de 2015
Por admin

Esta semana hemos recibido información relevante sobre la situación de la economía española. El INE ha publicado el avance del PIB del tercer trimestre del año, la inflación del mes de octubre y los datos para el mes de septiembre del Índice de Comercio Minorista. Además, el Banco de España dio a conocer ayer la balanza de pagos del mes de agosto. El INE confirmó lo que ya había adelantado el Banco de España: en el tercer trimestre la economía española creció un 0,8% con respecto al trimestre anterior. Ligeramente por debajo del dato del segundo trimestre que fue del 1%. Las perspectivas de futuro siguen siendo buenas. La bonanza que genera la depreciación del euro, la reducción de impuestos, el abaratamiento del petróleo, la reactivación del crédito, la recuperación del sector inmobiliario y el crecimiento del empleo hace prever que en el futuro el crecimiento se mantendrá alrededor del 0,8% trimestral.

Aunque los datos desagregados de la Contabilidad Nacional no se conocerán hasta el 26 de noviembre, podemos adelantar que el ritmo de crecimiento del tercer trimestre viene protagonizado por el aumento del consumo, de la construcción residencial y de las exportaciones de bienes y servicios. El gasto de los hogares sigue siendo el principal motor de la economía. El consumo está progresando rápidamente gracias al aumento de la masa salarial y al impacto positivo que sobre la renta disponible de las familias están teniendo la rebaja de impuestos y la reducción de los precios: la inflación sigue en terreno negativo. El INE publicó el jueves que en octubre el IPC cayó un 0,7% en tasa interanual y el índice de precios de consumo armonizado (IPCA) se redujo todavía más (-0,9%). Esta rebaja de los precios permite que el dinero de las familias gane poder adquisitivo y que los consumidores españoles trasladen a un aumento del consumo.

Los datos del INE de comercio minorista publicados el jueves van en esa dirección. Las ventas del comercio minorista subieron el 4,4% en septiembre con respecto al mismo mes de 2014, con lo que el consumo encadenó trece meses consecutivos al alza. En el conjunto del tercer trimestre las ventas minoristas crecieron un 3,5% anual: tres décimas más que en el trimestre anterior y al ritmo más alto desde el año 2007. Ha aumentado especialmente el equipamiento del hogar, un indicador que muestra que está creciendo la actividad inmobiliaria.

Efectivamente, el sector de la construcción residencial muestra signos de recuperación tal como señalan diferentes indicadores. Están aumentando los afiliados a la Seguridad Social de ese sector, también lo hacen las cifras de consumo de cemento, los visados para la construcción de inmuebles y las compraventas y los precios de las viviendas. Como consecuencia el sector volvió a crecer en el tercer trimestre de este año y ya van siete trimestres consecutivos de aumentos. Por si eso fuera poco, los datos hipotecarios publicados esta semana señalan que en el mes de agosto el número de hipotecas sobre viviendas inscritas en los registros de la propiedad fue de 19.272, lo que supone un importante incremento anual del 26% con respecto al mismo mes de 2014 y ello a pesar del ligero repunte de los tipos de interés de los préstamos nuevos.

LAS EXPORTACIONES SE ACELERAN

Por lo que se refiere al papel del sector exterior en el crecimiento del PIB el Banco de España informó ayer que entre enero y agosto de este año las exportaciones de bienes y servicios crecieron con fuerza: un 7% con respecto al mismo periodo del año pasado, mientras que las importaciones lo hicieron a un ritmo menor (6,5%). Como consecuencia, el superávit exterior sigue aumentando. La cuenta corriente acumuló entre enero y agosto un saldo positivo de 6.300 millones de euros, mayor, por tanto, que los 800 millones del mismo periodo del año pasado. En definitiva, parece que las exportaciones de bienes y servicios siguen creciendo por encima de la producción nacional y es de esperar que continúen a ese ritmo durante el resto del año con la ayuda de la mejora de la calidad, la depreciación del euro y del bajo nivel de precios de nuestra economía.

Además, el diferencial de inflación con la zona del euro es cada vez más favorable y, por tanto, mejora la competitividad de España frente a nuestros principales competidores. Así, en octubre, la variación interanual del índice de precios de consumo armonizado (IPCA) de la Eurozona se situó en el 0%, mientras que en España fue del -0,9%. Gracias a las mejoras de competitividad, tanto en calidad como en precio, España lleva tiempo concentrada en un modelo productivo con una base exportadora muy amplia y competitiva y que tiene a su vez una menor dependencia de las importaciones.

De ahí que la productividad también aumente. En el tercer trimestre y en tasa interanual la economía creció un 3,4%, fue la tasa más alta desde 2007. Sin embargo, mientras la economía creció en los últimos doce meses el 3,4% el empleo lo hizo en un 3%. Ello supone un avance de la productividad de cuatro décimas. Es una señal de que sectores de mayor cualificación profesional como pueden ser los servicios no turísticos y la producción industrial estén pesando cada vez más en nuestro sistema productivo. En definitiva, la economía española sigue recuperando el terreno que había perdido durante la crisis. Conviene recordar que en el segundo trimestre del año 2013 la economía española tocó fondo después de casi cinco años de reducir la producción; el PIB llegó a ser en el segundo trimestre de 2013 un 9,3% inferior al que tenía al comienzo de la crisis. A partir de ese trimestre, la economía se empezó a recuperar.

En los dos últimos años ha acumulado un crecimiento del PIB del 5,3% con respecto al mínimo. No obstante el tamaño del PIB español se encuentra todavía un 4% por debajo del nivel que había antes del comienzo de la crisis. Hemos progresado; no lo suficiente, pero vamos en la buena dirección. Precisamente esta semana el Banco Mundial publicó la edición 2015 de su informe Doing Business. Como el lector probablemente ya conocerá, este informe anual ofrece una medición cuantitativa y cualitativa de las regulaciones que rodean a las distintas etapas y actividades de un negocio, desde su creación hasta su cierre, pasando por el pago de impuestos y la contratación de trabajadores.

Pues bien, según el informe, la economía española es una de las que más avances ha registrado en las reformas para mejorar el clima de negocios. El Banco Mundial señala que España ha mejorado en el último año en dos de las diez áreas de regulación que valoran la facilidad para hacer negocios en el país, lo que ha permitido elevar su puntuación desde los 73,78 puntos hasta los 74,86 puntos, acercándose a la frontera de 100 puntos que incluye las mejores prácticas globales en la regulación de los negocios. Este es el camino: mejorar la competitividad para exportar más y dar facilidades para hacer negocios para aumentar el tejido empresarial.

Publicaciones relacionadas