Regiones más vulnerables al coronavirus
29 de marzo de 2020

El síndrome agudo respiratorio severo (Sars) es una neumonía grave, causada por un nuevo patógeno de la familia de los coronavirus. Un paciente del Covid-19 puede tener un indicador de riesgo adicional: haber sufrido una neumonía. Este antecedente aumenta la vulnerabilidad ante el virus. De ahí que su incidencia pueda resultar mayor en las comunidades con más fallecimientos de mayores de 64 años por neumonías en los últimos años.

El otro factor de riesgo que más influye en la letalidad es la edad. Aunque los datos varían de día en día, el 95% de los fallecidos por coronavirus tiene más de 60 años. Las regiones con mayor proporción de mayores de 65 años son Asturias (25,2%); Castilla y León (24,93%) y Galicia (24,89%). Por el contrario, las más jóvenes son Murcia, con un 15,61%; Baleares (15,72%) y Canarias (15,95%), según el INE.

Si tomamos las defunciones por neumonía ocurridas en 2018, la distribución por comunidades es muy desigual. Extremadura presenta 16,51 fallecimientos por cada diez mil habitantes; Castilla-La Mancha, 15,94; y Aragón, 14,76. Sorprende que, tratándose de una enfermedad respiratoria, sean regiones poco industriales –menos contaminadas– las que presenten los valores más altos. En el otro extremo, con menor número de fallecidos por neumonía, figuran País Vasco, (7,28), La Rioja (8,29) y Cantabria (8,49).

Fuente: Vocento

Cuando la edad y el grado de enfermedades pulmonares son similares, la proporción de fallecimientos respecto a positivos en Covid-19 es la misma, independientemente de dónde se viva. A igualdad de infectados, las tres comunidades más proclives a la defunción por coronavirus serían Extremadura, Castilla y León y Aragón. En el extremo contrario, Baleares, Cataluña y Andalucía. Si el reparto del fondo especial para el Covid-19 se hubiera hecho en proporción a las personas con más de 65 años, las más beneficiadas habrían sido Castilla y León, Galicia y Asturias. Al no aplicarse ese criterio, han salido perjudicadas.

Merece recordar que, según el Instituto de Salud Pública Carlos III, la gripe de la anterior temporada supuso 490.000 casos leves, 35.300 hospitalizaciones, 2.500 admisiones en UCI, y se le pueden atribuir 6.300 muertes.

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