¿Reconstruir la economía desde la construcción?
3 de febrero de 2019
Por admin

En España se sigue creando empleo y ya vamos por el quinto año consecutivo. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), en 2018 la ocupación creció en 430.000 personas. Por sectores, los que tiraron del carro fueron el de servicios y la construcción, con especial hincapié en este último. Así, en términos relativos, éste aumentó un 12% anual frente al 3% de aquél.

Sin duda, la construcción, que resultó el sector más castigado por la crisis de 2008, disponía de un mayor margen para recuperarse. Ahora, con la reanimación del mercado de la vivienda ha llegado su momento de despegue.

No obstante, esta tendencia entraña un peligro evidente si se observa con un poco de perspectiva: apoyar nuevamente el tejido productivo de la economía sobre el ladrillo supondría incurrir en el mismo error de hace una década. Basar nuestra sostenibilidad en puestos de trabajo que requieren una baja cualificación y aportan poco valor añadido abona el terreno para que, en cuanto llegue la próxima recesión, las ahora optimistas cifras de empleo se desmoronen con rapidez. Por comunidades, se constata que en muchas donde la ocupación ha aumentado más en el cuarto trimestre de 2018 respecto al del año anterior la construcción ha jugado un papel importante. Esto pone de manifiesto la dependencia que nuestra economía tiene respecto a ella. Destaca el caso de Andalucía, Castilla-La Mancha y Madrid, donde los ocupados se han incrementado un 3,99%, un 3,87%, y 3,71% respectivamente (tercera, cuarta y quinta en el ranking). En las dos primeras, ese sector ha sido el que más se ha expandido respecto a la agricultura, la industria y los servicios, con unas tasas muy altas, del 18,94% y el 14,62%. En la tercera, asciende a un nada desdeñable 18,78%, aunque no haya sido la actividad con más trabajadores nuevos.

Vocento

A estas regiones sólo las superan, en cuanto a crecimiento de la ocupación, Baleares y Canarias. En ellas, la construcción no ha despuntado tanto, pero debido al enorme peso que revisten los servicios dentro de su marcado componente turístico. Sin embargo, esto tampoco es tranquilizador: si cimentar la prosperidad de la economía en el ladrillo no parece la mejor idea a largo plazo, hacerlo en la hostelería no se trata de la alternativa más sólida. No se olvide que tenemos muchos turistas ‘prestados’ de países mediterráneos que vienen por la seguridad.

En el extremo contrario, con la variación interanual de las tasas de ocupación más bajas, se encuentran Asturias (0,57%), C. Valenciana (1,32%), País Vasco (1,61%) y Navarra (1,66%). Esta última es la segunda región donde a la construcción le ha ido peor, dado que ha perdido un 3,64% de sus ocupados. En las otras tres comunidades, el sector sí ha crecido, pero las caídas de la industria han contrarrestado su empuje.

Con todo, se trata de una buena noticia que los españoles continúen encontrando trabajo. Únicamente habría que fomentar las áreas productivas con mayor futuro y permanecer alerta para no tropezar en la misma piedra que siempre lastra el mercado laboral.

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