Pedro Sánchez persiste en su optimismo, a pesar de la realidad europea
13 de enero de 2020

La Comisión Europea ha elaborado su última previsión de la situación económica de los países de la Unión Europea para 2020. Esta referencia puede ser útil para orientarse en las decisiones económicas a adoptar en la nueva legislatura, dado que vienen tiempos de incertidumbre. Europa tiene una economía que languidece, tal como refleja el 1,2% de crecimiento de la producción, y la desaceleración que se advierte, que ha llegado para quedarse, lo que no es un buen presagio. Tampoco lo son las tensiones del comercio mundial y la subida del petróleo a causa de los conflictos bélicos en los países productores. Por ello abordamos hoy dos indicadores clave: el paro y el déficit público.

Antes de proceder a analizarlos, hay que aclarar que las previsiones europeas utilizadas no contemplan los acuerdos del pacto del Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. Por ejemplo, la prometida subida significativa del salario mínimo interprofesional, que, si hacemos caso al Banco de España, se llevará por delante mucho empleo, pues hay puestos de trabajo que se perderán al no generar suficiente valor añadido al empresario. La previsión de la Comisión Europea es un aumento en la UE del empleo de un 0,5%. Los países con mayores incrementos serán Luxemburgo (3,4%), Malta (3,0%), Chipre (2,2%) y Grecia (2,2%), todos ellos con un PIB modesto. El resto de naciones mantendrán tasas de desempleo muy similares. Las que han cerrado 2019 con un menor nivel han sido la República Checa (2,2%), Alemania (3,1%) y Polonia (3,2%). En el extremo contrario se hallan Grecia (16,7%) y tres de los cinco países con mayor PIB: España (14,7%), Italia (9,7%) y Francia (8,5%). ¡Mal panorama para la Europa mediterránea!

Fuente: Actualidad Económica

El indicador más preocupante de nuestro país lo encontramos en el gasto público, que ha crecido entre el 1 de octubre 2018 y el 30 de septiembre de 2019 en 24.944 millones de euros, mientras que los ingresos lo han hecho tan solo en 23.542. Estas cifras reflejan que el incremento de gasto público en ese periodo ha sido el mayor de la última década. Otro pésimo dato para España es que el déficit público hasta el mes de septiembre ha alcanzado el 26%, lo que supone un 1,47% del PIB. Por tanto, si se quiere cumplir el objetivo de déficit, muchas de las fantásticas promesas del nuevo presidente no pasarán de constituir un emotivo brindis al sol.

La previsión de déficit para 2019 es muy variada en la UE. Ostentan las peores cifras Rumanía (3,6%), Francia (3,1%), España (2,3%), Italia (2,2%) y Reino Unido (2,2%). Si observamos la media del déficit en el trienio 2016-2017-2018 se observa que España se alza como campeona (3,27%), seguida de Francia (2,93%), Rumanía (2,73%), Reino Unido (2,7%) e Italia (2,33%). Esta coincidencia de países refleja que los antecedentes de gastar en exceso resultan muy difíciles de corregir y, además, no suelen generar empleo.

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