Operación rescate de la natalidad
16 de diciembre de 2018
Por admin

Esta semana los pésimos datos demográficos sacudían a la opinión pública. Desde La Rioja1 no habían nacido tan pocos niños como en el primer semestre, aunque la realidad puede ser peor. Se cita ese año porque entonces comenzó a dar esta información el Instituto Nacional de Estadística (INE), pero probablemente haya que remitirse como referencia demográfica más baja al siglo XVIII.

España, si se compara con otros países europeos con una renta per cápita similar, no es ejemplar en concesión de ayudas públicas para incentivar la natalidad, partiendo además de la base de que la situación no resulta igual de crítica en todas las CCAA. Así, en algunas como Navarra es todavía peor por la grave penalización fiscal que sufren las familias numerosas.

Dicho esto hay que reconocer que otorgar cuantiosas ayudas a la natalidad, aunque ha paliado el llamado ‘invierno demográfico’ en países como Francia y Suecia, no lo ha resuelto del todo. Eso sí, aunque unas subvenciones generosas no incentiven que los hogares del propio país tengan más niños, sí pueden atraer a población de fuera que desea un mejor futuro para formar una familia. En el caso de España, los subsidios destinados a este fin no parece que hayan constituido un motivo para que vengan personas de otros lugares, pero sí se percibe la muy diferente natalidad de las madres extranjeras residentes en nuestro país respecto a las españolas.

Vocento

Si las foráneas tienen una natalidad (nacimientos por cada mil mujeres) de 16,75 hijos, las nacionales no llegan a la mitad con 7,53 (2,2 veces menos). Esta proporción aumenta en País Vasco (3,92) y La Rioja (3,21), y es menor en Canarias (1,34) y Baleares (1,66). La región donde las madres españolas ostentan una natalidad más baja es Asturias (5,5), seguida de Castilla y León (5,89), mientras que Murcia (9,02) y Andalucía (8,43) cuentan con la mayor. En cuanto a las madres extranjeras, las que tienen más niños son las de País Vasco (26,90) y Navarra (23,20); y las que menos, las de Canarias (9,34) y la Comunidad Valenciana (12,91).

Si miramos el PIB per cápita de las CC AA, se aprecia que la correlación entre las madres extranjeras y la renta per cápita es de 0,65, mientras que la de las españolas es de -0,04. Sin embargo, no se puede concluir que las primeras tienen más hijos por la riqueza de la comunidad donde viven. Hay más factores, como la edad a la que se tiene el primer niño, que es de 31,5 años para las nacionales y de 27,7 en el caso de las foráneas.

Por eso urge resolver el desafío de la demografía. Cada año España acumula un déficit de unos 250.000 nacimientos respecto a los necesarios para la sostenibilidad de una población que, además, aumenta su edad media a razón de tres meses por año. En esta cuestión se debieran poner de acuerdo todos los partidos, a fin de encontrar una política que incentive la natalidad inspirada en una pedagogía a favor de la familia, una institución de derecho natural que no se adscribe ni a la izquierda ni a la derecha. Un país de viejos no tiene futuro alguno, y rejuvenecerlo es misión de todos. 

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