Navarra y los modelos de banca pública
25 de septiembre de 2017
Por admin

La Comunidad Foral de Navarra es la tercera comunidad autónoma española por PIB per cápita, sólo precedida por Madrid y el País Vasco. El elevado nivel de riqueza de Navarra deriva, en gran medida, de su apuesta pionera por la internacionalización, el I+D y la innovación empresarial. El gasto en I+D en la región, según datos del INE, es más elevado que la media nacional.

Esto sin duda no es mérito de un solo gobierno, sino del esfuerzo de una sociedad, desde empresarios, patronal y sindicatos, en un marco de consenso político.

En este contexto económico, la colaboración entre el Gobierno central y las administraciones autonómicas en la promoción de políticas públicas que apoyen el tejido empresarial es una pieza clave para mantener la competitividad actual y mejorar la futura. La financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO), como banco público español y agencia financiera del Estado, ocupa también un papel protagonista en el desarrollo de las empresas.

El balance de la actividad crediticia del ICO en Navarra durante 2016 muestra que las pymes y autónomos navarros recibieron a lo largo del año pasado fondos por valor de 78 millones de euros a través de las Líneas ICO y, lo más importante, se consiguió crear o mantener un total de 5.662 empleos a tiempo completo, según las estimaciones de nuestro Servicio de Estudios.

Además, el pasado mes de mayo, el Gobierno de Navarra, y el ICO firmaron un Protocolo de Colaboración para mejorar el acceso a la financiación de las pymes, a través de un programa que cuenta con la participación del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Este acuerdo va a ser instrumento eficaz para facilitar el crédito a las empresas, ya que pone a su disposición hasta 25 millones de euros, sin impacto en el déficit de la Comunidad.

En Navarra, el ICO tiene la firme voluntad de seguir estrechando nuestros vínculos con la Comunidad: la firma de acuerdos con agentes colaboradores del ámbito empresarial para facilitar la distribución de las Líneas ICO, la subsidiación de tipos de interés mediante acuerdos con Institutos de Desarrollo Económico local, o la potenciación del papel de AXIS como gestora de capital riesgo para impulsar la financiación de las ´start-ups´ navarras, son sólo algunas de las iniciativas en la que queremos trabajar en el futuro. Desde el ICO, creemos que todas estas medidas fortalecerán el tejido empresarial navarro y redundarán en un mayor crecimiento de la economía y la creación de empleo en la zona.

En Navarra se está analizando actualmente la posibilidad de creación de una banca pública. A priori, hay tres posibles opciones:

En primer lugar, una banca pública centrada en la financiación de la empresa a través de la intermediación de entidades privadas, tal y como está concebido el ICO. La manera más eficiente de proporcionar apoyo al conjunto del tejido empresarial es por la vía de la mediación, con una institución pública con un claro perfil ´mayorista´, en la que se complementan las capacidades del sector privado (conocimiento individualizado de los clientes y capilaridad de acceso) y sector público (costes de fondeo más competitivo).

Para que este modelo funcione debe existir un óptimo acceso al mercado financiero internacional para poder aportar valor añadido, algo que en una comunidad de las dimensiones de Navarra, no se antoja fácil. El ICO lo consigue gracias a sus especiales características: cuestiones de escala, ´track record´, garantía, conocimiento en el mercado, solidez de balance, diversificación de riesgos, garantía, ficha bancaria y acceso a liquidez de BCE.

En segundo lugar, una banca pública centrada en la financiación de la empresa con asunción directa de riesgos crediticios. Si se adopta este modelo sin el adecuado conocimiento del cliente, las pérdidas para el contribuyente y el conjunto de la economía son probables, como demuestra en España la experiencia del Programa ICO Directo. Este producto, impulsado en plena crisis económica, fracasó por las razones aquí señaladas y tuvo que ser cancelado a principios de 2012.

En tercer lugar, una banca comercial pero de propiedad pública. Si finalmente se adoptase una pura banca comercial pero de propiedad pública, la reciente experiencia del modelo de cajas de ahorros demuestra que es un modelo que presenta graves riesgos, especialmente si el banco no estuviese sometido a regulación y su supervisión por el Banco Central Europeo o el Banco de España.

La trayectoria histórica de ICO demuestra la superioridad del modelo de colaboración con el sector privado para apoyo a pymes, autónomos y emprendedores frente al modelo de financiador directo en competencia con la banca comercial. Si algo hemos aprendido es que la banca pública debe complementar a la banca privada, no competir con ella.

Adicionalmente, considero que para la creación de una banca pública es necesario que exista el mayor consenso político posible. El debate sobre la banca pública no debe estar sustentado en un argumento central de naturaleza ideológica, y debería centrarse en si la banca pública existente responde a las necesidades actuales.

La estabilidad en el tiempo es necesaria para una institución financiera, y por ello cualquier iniciativa debe ser fruto del mutuo acuerdo de todos los partidos, sin depender del signo político de los distintos gobiernos futuros.

Con independencia de la decisión que se adopte sobre una banca pública en Navarra, el Gobierno de la Comunidad Foral contará  siempre con el apoyo y colaboración del Instituto de Crédito Oficial, en la misma línea en la que el ICO trabaja ya con las instituciones financieras públicas que existen en otras comunidades autónomas o con el Banco Europeo de Inversiones a nivel europeo. 

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