Moscardó, Foxa y las calles de Madrid
9 de julio de 2015
Por admin

Ahora que cierta izquierda se emboba con el referéndum griego creo que hay que reconsiderar las virtudes de esa clase de consulta popular y que aquí tal vez deberíamos imitar a los helenos. Si ellos pueden votar como quieren recibir NUESTRO dinero, nosotros, todos los españoles, deberíamos votar si queremos darles más sabiendo que el que nos deben nunca lo vamos a recuperar. Referéndum para todos.

La afición por el referéndum puede destaparse también con el rumoreado cambio de la nomenclatura de las calles de Madrid, en lenguaje paladino el eliminar cualquier nombre que tenga tufillo franquista. Quizás debería consultarsenos hasta que punto queremos que ese cambio se produzca.

Tomemos la aparente propuesta de fumigar al general Moscardó y al diplomático y escritor Foxá por ser franquistas. En mi referéndum particular yo no estaría de acuerdo. Moscardó fue ciertamente un general franquista que luego ocuparía la Delegación de Deportes, pero ¿ por qué se le conoce? Por un hecho heroico que dio la vuelta al mundo. Resistió con denuedo un asedio y optó por sacrificar a su hijo antes que rendirse. En mis estancias como diplomático en el extranjero muchas personas, de izquierda y de derechas, sin saber exactamente si Moscardó era franquista o republicano, me hablaron de ese  «general español que tuvo el gesto increíble de resistir en una fortaleza aún perdiendo a su hijo». No tenían la menor idea de si era fascista,demócrata o rojo. Elogiaban al personaje. Cuando el ministro Pérez  Llorca se entrevistó con Reagan para sellar el acuerdo de las bases en España el americano sólo le habló del » incredible Spanish colonel».  El despacho en el que Moscardó mantuvo la conversación telefónica con su hijo hace años que fue excluido de la visita turística al Alcázar de Toledo. Parece que nos avergonzamos de ello. Un pudor excesivo a mi juicio, se puede no ser franquista y ver algo insólito en la decisión del militar. Borrarlo del callejero donde ya lleva medio siglo seria otro exceso de pudor, partidista.

Veamos Foxá. Ciertamente fue del régimen. Tampoco, imagino, fue la razón por la que se le dio la calle. En la carrera diplomática, Foxá es recordado como la quintaesencia del ingenio. Se le atribuyen, a menudo apócrifamente, todas las ocurrencias y » boutades» concebibles. Sus réplicas a Eva Perón y a otros personajes, ¿verídicas?, son repetidas con frecuencia. Pero tampoco por eso, se hizo una reputación. Fue por su pluma. Es un aseado poeta, autor, entre otras,  de una excelente novela, «Madrid de corte a checa»( quizás ahí duela) y dramaturgo desigual pero de éxito en su época.

¿Por qué crear más divisiones removiendo los nombres de franquistas como mi colega Foxá y el de Moscardó que ahora ya es una atracción turística inofensiva? ¿Volverían dentro de unos años, con ánimo  revanchista y expansivo, al callejero si cambiara el gobierno municipal?

Publicaciones relacionadas