Los navarros se ‘liberan’ de pagar impuestos tras 181 días de trabajo
27 de junio de 2019

Este 2019, el Día de la Liberación Fiscal llega a Navarra en la misma fecha que en 2018: el 1 de julio, cuatro días después que en el conjunto de España. Los navarros habremos trabajado este año, de media, un total de 182 jornadas para cumplir con las obligaciones tributarias. Es el cálculo que realiza el think tank Civismo.

En Navarra no se han producido novedades fiscales significativas en el último año que hagan variar el número de jornadas dedicadas a pagar impuestos. No obstante, matiza Civismo, el posible cambio de signo político en el Gobierno foral podría traer modificaciones fiscales, necesariamente a la baja, dado que Navarra es el territorio que más ha subido los impuestos directos en los últimos ejercicios, hasta el punto de que un contribuyente con un sueldo bruto de 150.000 euros paga como “cuña fiscal” el 52,75%, el máximo de todo el territorio nacional.

En España, el 27 de junio

A nivel nacional, el pago de los impuestos finaliza hoy. Dentro del cómputo impositivo global, el peso de los gravámenes, traducidos en días, se distribuye así.

Las cotizaciones sociales suponen, de media, 103 jornadas de salario, en lo que constituye una de las mayores novedades respecto a 2018, cuando se cifraban en 102: este incremento se debe a la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 900 euros.

El pago del IRPF, por el contrario, precisa de 34 días, uno menos que en 2018, gracias a medidas tomadas por la Administración Central y por las CC AA. Así, el aumento de las reducciones en base para las rentas más bajas y algunas disminuciones de impuestos regionales han logrado compensar, a nivel tributario, el efecto de la antedicha subida del SMI. Por medio de este cambio de distribución en el peso de los impuestos, el 27 de junio se mantiene como el Día de la Liberación Fiscal, el mismo que el año anterior.

El resto de tributos permanecen inalterables en cuanto a número de jornadas: 25 para el IVA; 11 para Impuestos Especiales; y 5 más por la categoría de Otros, que incluye el IBI, Patrimonio, Sucesiones o Matriculación.

De este desglose, indica Civismo, se deduce el gran impacto que tienen el IRPF y las cotizaciones sociales, cuya suma denominamos “cuña fiscal”, y que reduce el salario neto de los trabajadores de manera significativa. Así, de cada 100 euros que paga el empresario en coste laboral, el ocupado de entre 16 y 29 años cobra 66,55, lo que equivale a una “cuña fiscal” del 33,45%. Se trata del único tramo de edad que ha experimentado una rebaja respecto al año pasado: entonces, su “cuña” ascendía al 35,89%, lo que hacía que percibieran 2,44 € menos por cada 100.

Los mayores de 65 años se ‘liberan’ fiscalmente antes que ninguna otra cohorte de población. Pese a ser los que menos impuestos pagan (4.620 de media frente a los 15.662 de edad laboral madura), son los que más reciben en términos de servicios públicos. El valor económico de lo percibido por este concepto se más que triplica a partir de la jubilación, pasando de los
6.934,42 € nominales en el tramo de 16 a 29 años a los 22.388,80 a partir de los 65.

Publicaciones relacionadas