Los expertos prevén una caída del PIB superior al 10%
27 de abril de 2020

Si hay algo que está poniendo de manifiesto la crisis generada por el coronavirus es que los pronósticos de los analistas tienen una fecha de caducidad muy corta. Y cada nueva previsión es, hasta la fecha, peor que la anterior y, en muchas ocasiones, respondida por otros analistas, que suelen apuntar a un mayor golpe para la economía. Es lo que ha sucedido, también, con las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) publicadas recientemente y que parece que pecan ya de demasiado optimistas. Si el Fondo apunta a un descenso de PIB este año del 8%, que llevará el paro hasta el 20,8% de la población activa e irá seguido de un crecimiento del 4,3% el próximo ejercicio, el Banco de España señala que la caída puede llegar hasta el 13,6%, mientras que el Banco Central Europeo ya habla de un escenario en el que el PIB de la eurozona caiga un 15%, por lo que la economía española podría ceder todavía más, hasta el entorno del 16%. Y la gran mayoría de los expertos se acercan más a esa segunda línea. Aunque los economistas consultados por EXPANSIÓN admiten que todavía hay mucho margen de incertidumbre, sus previsiones son bastante más negativas que las de la institución dirigida por Kristalina Georgieva.

Muchos de ellos temen caídas superiores al 10% que podrían llegar al 15% en el caso de que los coletazos de la crisis sanitaria se extiendan a la temporada turística de verano o de que surgiera un nuevo brote en otoño, así como de que las palancas públicas fueran insuficientes para mantener en pie a empresas que en una situación de normalidad serían perfectamente viables. “Para que el tejido productivo aguante hasta que la actividad económica recupere su ritmo habitual, es crucial reducir al mínimo los costes fijos de las empresas y, en ese sentido los ERTE son muy importantes, así como asegurar su liquidez”, explica Juan Carlos Martínez Lázaro, de IE Business School. “Pero también es necesario asegurar que una vez se controle la pandemia seguirá habiendo demanda, por lo que hay que intentar que se pierda el menor poder adquisitivo posible mientras dure el confinamiento”, añade. La clave para tratar de anticipar cuál puede ser el descenso del consumo en el medio plazo es saber cuántos ERTE se convertirán en un ERE. Con todo, “la gran diferencia con la crisis de 2008 es que ahora se ve la luz al final del túnel y que la banca tiene solvencia y liquidez”, señala Ignacio de la Torre, socio de Arcano Partners.

Recuperación lenta

En cualquier caso, los economistas advierten de que no sólo la crisis golpeará a España con mucha más fuerza que otros países, sino que también su recuperación será bastante más lenta, debido a que el sector turístico, que supone el 13% del volumen total de la economía, tardará mucho en recuperarse, ya que su reactivación no sólo depende del control de la pandemia, sino también de la recuperación de la confianza y de la demanda internacional. Es necesario poner en marcha planes de estímulos de cara a la fase de recuperación que ayuden a reactivar la demanda en sectores críticos para el país. Sin embargo, al mismo tiempo, también puede ser necesaria una reestructuración del gasto público en aquellas áreas que no contribuyen a elevar el crecimiento, dado que en caso contrario el endeudamiento no sería un apoyo, sino un lastre. Hay que tener en cuenta que las primas de riesgo se empiezan a incrementar y que, de dispararse, nos enfrentaríamos a la crisis con una deuda que podría alcanzar el 115% del PIB y que resultaría muy difícil de digerir en los próximos años.

Francisco Cabrillo, secretario de la Fundación Civismo, pronostica: «Este trimestre habrá un bajón espectacular que se irá moderando a lo largo del año. Para sortear la crisis, hay que salvar a las empresas, y eso se puede hacer aumentando el gasto público, pero reduciéndolo en otras cosas, como los sueldos de los funcionarios no sanitarios o la reestructuración de los ministerios y el sector público. Hay que endeudarse, pero solo para que las empresas mantengan la actividad económica, sino se genera un problema».

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