Las empresas sí pagan impuestos
4 de noviembre de 2018
Por admin

La publicación de los anteproyectos de ley de dos nuevos impuestos (Servicios Digitales y Transacciones Financieras) muestra la preocupante obsesión recaudatoria de Moncloa. En especial, inquieta la fiscalidad de las empresas, ya que inciden en que estas –y especialmente las grandes– pagan pocos impuestos. Su argumento es la comparativa entre la recaudación del Impuesto de Sociedades en España frente a la media de la UE en términos de porcentaje sobre PIB, como si fuera la única fuente de imposición directa de una empresa. Sin embargo, no es así: el grueso de los impuestos lo constituyen las cotizaciones a la Seguridad Social. Así lo pone de manifiesto el informe de Civismo ‘La factura fiscal de las empresas en España’.

Este estudio cuantifica el impacto de impuestos para la compañía tipo, como los de Aduanas, Aranceles e Impuestos Especiales; Bienes Inmuebles; Actividades Económicas; Vehículos de Tracción Mecánica; autonómicos; y cotizaciones a la Seguridad Social, cuyo peso, en la pequeña y mediana empresa, es superior al 90% respecto al total de la factura fiscal. En el caso de las grandes, las cotizaciones representan diez puntos menos (un 78,94%), pero su carga se traslada al Impuesto de Sociedades, que pasa de suponer un 6,03% de la factura total en una compañía mediana a un 16,01% en las de mayor dimensión. Estos importes no recogen la subida anunciada estos días entre un 10% y un 12% de las bases máximas de cotización a la Seguridad Social. Además, los tributos locales y regionales recargan de forma más que proporcional el tamaño de la empresa.

Vocento

Así, el salto de mediana a grande se traduce en 10 puntos más de presión fiscal sobre el beneficio de explotación, lo que actúa en detrimento del crecimiento de las compañías. Una traba muy preocupante en un país donde el 99,8% son pequeñas y medianas. De hecho, en contra del argumento antes citado, en la comparativa internacional, España está entre los países europeos que más gravan a las empresas: con un 49%, se halla casi nueve puntos porcentuales por encima del tipo efectivo medio, de un 40,3%, según el último estudio de PwC. Precisamente, los países que menos las gravan son los que más recaudan, como Nueva Zelanda, Luxemburgo, Australia o Japón (con entre el 4% y el 4,7% del PIB, según los últimos datos de la OCDE, de 2016).

Por otro lado, el porcentaje del margen bruto que las empresas dedican al pago de impuestos varía según donde tienen su residencia fiscal. Así, Castilla-La Mancha, Aragón o Extremadura aplican tipos más bajos sobre los impuestos municipales, y no imponen tributos autonómicos propios significativos. En el otro extremo, País Vasco, Navarra y Comunidad Valenciana optan por recargar los impuestos autonómicos y municipales. En cuanto a los regímenes forales, que tienen competencias en el Impuesto de Sociedades, aplican tipos marginales más altos que el conjunto de las comunidades de régimen común.

Ya que el Gobierno central está optando por castigar a las empresas, los autonómicos harían bien en aliviarles la carga en la medida de sus posibilidades. Se verán recompensados atrayéndolas a su territorio, donde generarán riqueza y empleo. 

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